Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (70).

Francisco Santolaya Ochando

Decano del Colegio Oficial de Psicólogos

Desde su creación, por ley 43/1979 de 31 de diciembre, el Colegio Oficial de Psicólogos se ha convertido en uno de los grandes motores de la psicología española consolidando, con acciones de política colegial, los esfuerzos de los profesionales que desarrollan su actividad en las distintas áreas de intervención psicológica.

El COP se define como una organización de carácter científico-profesional pero sin renunciar a ser un Colegio Profesional, es decir, una corporación de derecho público con todos los derechos, deberes y obligaciones que conlleva, como son la representación oficial de la profesión del psicólogo y su defensa frente a la administración, lo cual ha llevado a tener conflictos con la misma en muchas ocasiones.

En este sentido (y a pesar de tener la subsistencia asegurada por ley, ya que los colegios están amparados por la Constitución y la colegiación es obligatoria para ejercer la profesión), el (COP es una organización altamente progresista, que se esfuerza en dar servicios a los colegiados y que media entre los intereses universitarios y profesionales facilitando la actualización de los conocimientos científicos, cuyo productor fundamental es la Universidad, a los profesionales, para que se orienten, avancen y se consoliden en el campo de intervención profesional que han elegido.

A la vez el COP, intenta aportar a la Universidad, esos criterios de "Realidad Profesional", que son necesarios para que las ciencias no sean endogámicas y se adecuen a los intereses sociales y profesionales.

La tarea no es fácil, pero creo honestamente que se va desarrollando adecuadamente, y de hecho estas acciones de integración científico-profesional, que no tienen lugar en otras asociaciones de índole europeo, fortalecen, nuestro colectivo, y han hecho que la psicología española sea reconocida como una de las más potentes en la actualidad a nivel europeo corno lo indican las relaciones establecidas internacionalmente.

Pero ya dentro de nuestras fronteras, esta integración se hace tangible en acciones concretas del COP. Ejemplo de ello son los acercamientos y líneas de colaboración establecidas, a través de convenios con las Delegaciones del COP, entre los gabinetes y centros privados de psicología, y las distintas Facultades de Psicología, para realizar el practicum; la participación en los órganos directivos del COP tanto de psicólogos de renombre pertenecientes a los gabinetes privados de psicología, como de miembros de las facultades de psicología, para el desarrollo y puesta en práctica del proceso de acreditación de nuestro colectivo; o el interés manifiesto que el COP tiene en la promoción de eventos y desarrollo de las asociaciones de psicología, siempre que éstas sean de psicólogos y no atenten, lógicamente, contra los intereses de los propios colegiados y su actividad profesional.

Cierto es que, esta integración puede no darse en los órganos de decisión del COP y sus delegaciones, los cuales suelen en general estar más formados por profesionales que por universitarios, pero aquí manda la decisión democrática de los colegiados.

Como antes mencionaba, creo que el proceso es adecuado aunque ciertamente lento. La consolidación de las áreas profesionales clásicas de la psicología (educativa, clínica, organizacional y social) es manifiesta esperándose incluso un mayor desarrollo de las áreas de psicología clínica y psicología de las organizaciones según un estudio piloto realizado en la Comunidad Valenciana.

Este proceso hace que se vayan abriendo nuevas áreas de intervención profesional, muchas veces partiendo de la investigación de la universidad, como es el caso del área de tráfico, y seguridad, o el de la neuropsicología y que sean los profesionales de la psicología los que con su esfuerzo las consoliden.

Francisco Santolaya Ochando
Decano del Colegio Oficial de Psicólogos