Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1982. Vol. (6).
Adolfo Hernández Gordillo.
Profesor de Psicología Social. Secretario del Colegio Oficial de Psicólogos.
El plan del presente artículo, continuación del publicado en Papeles del Colegio Nº 2 -Marzo 82-, es analizar las características del paro entro los psicólogos, según los datos de la encuesta efectuada entre Junio de 1980 y Marzo de 1981 por el Colegio Oficial de Psicólogos (para las características de la muestra ver Papeles del Colegio Nº 2 pág. 31).
Persona "desempleada" o "en paro" es aquélla que está en una desocupación forzada, no voluntaria, y referida a un tipo de trabajo por el que se percibe una remuneración. Persona "desocupada" sería aquella persona que no trabaja. Por ejemplo, según datos de la E.P.A. del primer trimestre de 1982, entre los 26,7 millones de españoles en edad de trabajar (16-64 años) hay 2 millones de parados y 4 millones de "desanimados", es decir, aquellos que estando en edad de trabajar, no trabajan ni buscan activamente trabajo. Esa diferenciación es importante, ya que si bien según nuestros datos el porcentaje de paro entre los psicólogos es de un 16%, en realidad no hemos podido hacer la diferenciación previa entre población (conjunto de titulados en Psicología) y población activa (conjunto de titulados en Psicología que están ocupados o buscan activamente trabajo).
Resumiremos en primer lugar los principales datos presentados en el articulo anterior. La tasa de paro entre los psicólogos es de un 16%, superior a la tasa de paro de los titulados superiores, 10, 6 y de la población en general, 12,6 (E. P.A. 1980). El paro se distribuye desigualmente, siendo las Delegaciones más afectadas las de Galicia (34% de paro), Andalucía (31 %) y Canarias (24%). A su vez, el paro afecta fundamentalmente a las últimas promociones -en la de 1978 un 11 %, en la de 1979 un 26% y en la de 1980 un 37%-; más a la mujer, un 21%, que al hombre, sólo un 10%; más a los grupos de edad más jóvenes, un 35% de paro entre los menores de 25 años, un 12% a los comprendidos entre 26 y 30, y un 5% a los de 31-35 años.
De ahí, que el retrato robot del psicólogo parado sea: mujer, con menos de 25 años, que ha terminado sus estudios en 1979 ó 1980, que vive en Galicia o en Andalucía (esto último es verdad sólo en parte. El porcentaje de parados es mayor en esas Delegaciones, pero dado que casi 3/4 partes de los psicólogos se concentran en Madrid y Cataluña, el mayor número de parados está en esas zonas), y que todavía no han tenido su primer empleo.
El paro de los psicólogos según el INEM
Para contrastar nuestros datos solicitamos al INEM el número de psicólogos en paro registrados en las Oficinas de Empleo. Dado que el INEM sólo tiene mecanizadas las oficinas de empleo de Madrid y Barcelona los datos sólo se pueden desagregar en esos dos núcleos, y por ello ni pueden ofrecer datos relativos al conjunto nacional, ni provincia por provincia.
Tabla Nº 1. Psicólogos en paro registrados en las Oficinas de Empleo
(25-6-81 Madrid/Barcelona)
Psicólogos |
Psicólogos |
Psicólogos |
Psicólogos |
TOTAL |
Encuesta |
|
Madrid |
258 |
52 |
17 |
53 |
380 |
206 |
Barcelona |
55 |
10 |
4 |
14 |
83 |
97 |
TOTAL |
313 |
62 |
21 |
67 |
463 |
477 |
El número total es muy similar, aunque a nivel de Madrid las cifras varían mucho. Una explicación podría ser que puede haber psicólogos que trabajan en una actividad no psicológica, o de manera esporádica o con un horario muy reducido, que se dan de alta en la Oficina de Empleo, aunque en nuestra encuesta se encontrarían clasificados en un apartado distinto al del paro. El número de psicólogos que ha encontrado empleo a través de esta vía, Oficinas de Empleo, es del 0%, es decir, de 1.870 psicólogos, aquellos que trabajan en psicología a nivel principal o complementario, sólo 2 tuvieron conocimiento de las posibilidades de entrar en su actual empresa o Centro de Trabajo a través de esta red. Por cara parte, sólo un 7% de los psicólogos parados reciben el seguro de desempleo. El problema de estas oficinas es que ofrecen pocos servicios a los psicólogos que buscan empleo. Incluso una red de oficinas específicas para los universitarios, los COIE (Centros de Orientación e información sobre Empleo), creados el curso 1976-77, en las Universidades Complutense, Autónoma y Politécnica de Madrid, había registrado 5.556 demandas de trabajo de universitarios recién licenciados, y sólo había 1.332 ofertas en los primeros 5 años de funcionamiento. En resumen, las ofertas de empleo que puedan existir en nuestra profesión no utilizan por ahora la red de Oficinas de Empleo.
El paro de los titulados superiores y de los psicólogos por edad y sexo
Dado que el psicólogo es un titulado superior conviene conocer cuál es el estado del problema en este colectivo. En el artículo anterior sólo pudimos ofrecer datos desagregados referidos a 1977. Vamos a ofrecer ahora los datos que nos interesan sacados de la E.P.A. del 4º trimestre de 1980.
Si los menores de 30 años suponen un 29% del total de la población activa con estudios superiores entre los psicólogos colegiados, los menores de 30 años suponen un 64% del total. Y si entre los titulados superiores, los parados menores de 30 años suponen un 84% del conjunto de los parados, entre los psicólogos ese porcentaje alcanza el 93%.
Tabla Nº 2. Tasa de paro de titulados superiores según edad y sexo
(EPA 4º Trimestre 1980)
TOTAL |
Menores de |
|
Total activo con estudios superiores Tasa de paro |
432.700 10,59 |
125.500 30,74 |
Varones activos con estudios super. Tasa de paro varones |
317.900 6,89 |
65.400 26,42 |
Mujeres activas con estudios super. Tasa de mujeres |
114.900 20,85 |
60.100 35,44 |
Las mujeres suponen un 27% del total de activos con estudios superiores, y sin embargo un 52% de los parados. Entre los psicólogos, las mujeres representan un 59% del total y un 74% de los parados.
Las tasas de paro según el sexo son prácticamente idénticas, 20,85% de las universitarias, 21% de las psicólogas; 10,59% de los universitarios, y 10% de los psicólogos.
De estos datos comparativos se pueden extraer algunas conclusiones: si el paro afecta en mayor medida a los menores de 30 años y a las mujeres, aquellos colectivos, p.e. los psicólogos según acabamos de mostrar, en los que la proporción de mujeres y de menores de 30 años sea muy importante a representativa, tendrán mayores tasas de desempleo. Desde mi punto de vista ésta sería una de las razones que explicaría la diferencia de 6 puntos entre la tasa de paro de los titulados universitarios superiores y la de los psicólogos.
Tabla Nº 3. Desempleo global, universitario y paro primer empleo
(EPA)
A) |
B) |
% de B |
C) |
D) |
% de De |
|
1976 |
697.000 |
256.000 |
35 |
17.000 |
14.000 |
82 |
1978 |
1.083.000 |
445.000 |
41 |
29.000 |
23.000 |
79 |
1980 |
1.620.000 |
601.000 |
37 |
46.000 |
27.000 |
59 |
Paro de los titulados universitarios y primer empleo
Hay otra variable a tener en cuenta además de la edad y el sexo: el paro de primer empleo.
Una de las primeras cosas que se observan es que mientras el total de parados se ha multiplicado por 2,3 de 1976 a 1980, los parados universitarios se han multiplicado por 2,7, es decir ha tenido una aceleración mayor.
El hecho más significativo a destacar es la importancia relativa del paro de primer empleo entre los parados universitarios y el conjunto de los parados. Siempre se ha señalado que lo característico del paro de los titulados universitarios superiores es que es un para de primer empleo, es decir, una vez que se termina la carrera se pasa un año aproximadamente buscando empleo, pero una vez que se encuentra es muy difícil quedarse parado. Así en 1976 y 1978 los porcentajes de paro de primer empleo entre los parados universitarios suponen 415 partes del total. Por el contrario entre el conjunto de la población parada, el paro de primer empleo sólo supone 215 partes. Sin embargo los datos de 1980 suponen un cambio muy importante en las cifras, ya que de 415 partes disminuye a 315 partes el porcentaje relativo del paro de primer empleo entre los universitarios. Dado que esa disminución no es atribuible ni a una disminución del número de los universitarios que se gradúan, ni a que éstos encuentran empleo con más facilidad, la única explicación posible es que la crisis obliga al despido de universitarios. Entre el conjunto de los parados, en el período estudiado casi se mantiene estable el porcentaje relativo del paro de primer empleo.
Tabla Nº 4. Stock de titulados y activos (Víctor Pérez Díaz)
Stock Titulados 1979 |
||
TOTAL |
ACTIVOS |
|
Padrón Municipal de Habitantes - 1975 Encuesta de Población Activa -1978 Empleo de los profesionales sup.-1972 |
591.686 454.540 399.568 |
457.900 349.239 307.666 |
En nuestro caso, creemos que el paro de primer empleo, en 1980, supone 314 partes, al menos, del total de los parados. Por una parte de los 477 psicólogos colegiados en para, un 45% es de la promoción que terminó en 1980, y un 30% de la de 1979, es decir, el 75%. Por otra, sólo un 7% de los parados está subsidiario, es decir, ha estado trabajando y cotizando a la seguridad social previamente. Dado que fuentes del INEM estiman que la cobertura de subsidio debe alcanzar al 50% de los parados, nos encontraríamos que los parados procedentes de despido, con derecha o no a subsidio serían un 14%. Por tanto el paro de primer empleo representaría un porcentaje aún mayor: en lugar del 75% un 86%.
Por último señalaremos que en general en la Comunidad Económica Europea el nivel de desempleo entre los licenciados es bastante menor que el porcentaje de paro del total de la población, excepto en el caso de Italia. P.e.:
Tabla Nº 5. Paro Universitario en la C.E.E.
Paro |
Paro |
|
Francia (1980) Alemania (1978) Gran Bretaña (1977) Italia (1978) |
5,6% 3,7% 6,2% 7,2% |
3% 2,1% 4,3% 7,4% |
Stock de titulados activos y parados
Si volvemos al problema enunciado al comienzo del artículo sobre la diferencia entre población, en este caso el stock de titulados, y activos, aquellos que trabajan o buscan activamente empleo, podríamos intentar hacer una proyección.
No hay coincidencia en la cuantificación del stock de titulados universitarios superiores. Víctor Pérez Díaz (Universidad y Empleo. Papeles de Economía Española nº 8 - 1981) ofrece tres estimaciones.
Lo único en que coinciden las tres estimaciones es que los activos suponen el 77% del stock de titulados, de la población. En Psicología no disponemos, aunque se está en fase de elaboración, de una cifra precisa del stock de titulados, así que manejamos dos hipótesis, máxima y mínima.
En la hipótesis máxima, el stock de titulados en Psicología sería de 20.000 (cifra señalada por Yela a la IUPS). En la hipótesis mínima, el stock sería de 15.000, hasta 1980 inclusive. Supuesta que la tasa de paro del 16% fuera la mejor estimación de la verdadera tasa de paro, y crea que según los datos aportados parece bastante plausible las cifras serían las siguientes:
Si utilizamos la media como hipótesis más viable, tendríamos que hasta la promoción de 1980 inclusive, el stock de titulados en Psicología sería de 17.500, los activos 13.475, y los parados 2.156, aproximadamente.
Tabla Nº 6. Estimación del stock de titulados activos y parados en Psicología
Stock |
Activos |
Parados |
|
Hipótesis Máxima Hipótesis Mínima Hipótesis Media |
20.000 15.000 17.500 |
15.400 11.550 13.475 |
2.464 1.848 2.156 |
Tiempo de búsqueda de empleo
Antonio Pulido San Román, en el "Coloquio sobre el empleo de los universitarios" celebrado en Madrid el 7 de Mayo de 1981 señalaba que el tiempo medio de paro para los universitarios era de 11,8 meses: 11,5 meses para los universitarios y 11,9 meses para las universitarias. Esta variable temporal tiene consecuencias económicas y sociológicas muy concretas, es una barrera selectiva más que perjudica a los sectores más desfavorecidos. J. Martín Moreno y Amando de Miguel señalan (Universidad, fábrica de parados. Vicens Vives. 1979, p. 30), que "los licenciados más propensos al paro o al subempleo son de alguna manera los que han sido "estudiantes marginales": mujeres, estudiantes de tarde, estudiantes-trabajadores, estudiantes "de más de 25 años", estudiantes con débiles conexiones familiares en el mundo profesional.
Parte de los psicólogos que reúnan alguna (s) de las características señaladas serán los que constituyan el grueso de los "desanimados" -principalmente las mujeres-, de los de otra ocupación no psicológica -aquellos que ya tenían otro trabajo y que deben continuar en e de los subempleados o empleados en condiciones precarias: asistentes voluntarias, salarios de miseria, etc.
Tabla Nº 7. Diversas categorías de población, psicólogos y no
psicólogos y tiempo de búsqueda de empleo
Total |
Univ. |
Psicólogos |
Psicólogos |
Psicólogos |
|
Menos de 6 meses De 6 meses a 1 año. De 1 año a 2 años. 2 o más años. No contesta |
41 24 23 12 - |
45 24 19 12 - |
35 30 17 11 6 |
46 18 17 10 9 |
34 15 13 12 26 |
Salvo las cifras correspondientes a los psicólogos que se dedican a la psicología como actividad complementaria, donde el 26% de No Contesta introduce un sesgo muy importante en los porcentajes, y ante el hecho de que estos sujetos ya tienen un trabajo y por tanto buscan trabajar como psicólogos por desarrollo vocacional, pluriempleo u otros motivos, se observa que hay una diferencia de 11 puntos entre los psicólogos parados y los que ejercen la psicología principalmente. Casi la mitad de éstos encontraron trabajo en menos de seis meses, mientras que entre aquellos sólo 1/3 lleva menos de seis meses buscando trabajo. Sería preciso realizar una investigación para conocer cuáles son las consecuencias que van adoptando los parados a medida 'que pasan los mesas: ¿Seguir estudiando: otra carrera, el Doctorado, oposiciones del tipo que sea? ¿Renunciar a la psicología, y trabajar en cualquier tipo de trabajo, de nivel superior o no? ¿Renunciar temporalmente o trabajar si se tienen medios de vida familiares? ¿Qué variables explican la perseverancia en la búsqueda de un empleo psicológico? ¿Cuáles son las estrategias más productivas y las más ineficaces?
Fuente de ingresos
Si el tiempo era una variable de un enorme poder selectivo ya que supone la necesidad de disponer de recursos que no se ganan, qué duda cabe que conocer el origen de los recursos que permiten sobrevivir mientras se está parado nos puede dar bastante información de las características del entorno social de los parados.
Tabla Nº 8. Fuente de ingresos actual de los psicólogos parados
Ayuda familiar Trabajos esporádicos Seguro de desempleo Beca Otros No contesta |
71% 21% 7% 0% 4% 5% |
La suma es mayor de 100, ya que probablemente algunos de los que reciben ayuda familiar probablemente realizarán alguna clase de trabajo esporádico.
Como se observa, salva ese 7% que recibe el seguro de desempleo, la gran mayoría debe sobrevivir a sus expensas, que quiere decir a expensas de sus familiares. Evidentemente son muy pocas las familias que no sólo pueden financiar la carrera universitaria de sus hijos, sino incluso la "carrera de parado", que supone entre uno y dos años más. Probablemente los conflictos que se derivarán de esta situación serán frecuentes: acusaciones de vago, inútil, en algunos casos, sensación de impotencia o frustración en otros, harán aún más incómoda la vida del desempleado. Brillan casi por su ausencia las medidas de la Administración: política de becas, facilidades para la contratación, etc. Por tanto, si eran pocos los obstáculos selectivos clasistas, uno más: absténganse los que no tengan una familia con recursos y paciencia.
Uno de los problemas más acuciantes que plantea este colectivo es que sólo un 25% tiene seguridad social, otro 26%, tiene asistencia médica privada, y un 44% carece de cualquier clase de seguro, de modo que los accidentes y enfermedades pueden acarrear consecuencias y costos elevados. En este sentido es urgente que se lleve a la práctica una Proposición no de Ley aprobada recientemente y que buscaba que todos los desempleados que estuvieran inscritos en las oficinas de Empleo pudieran disfrutar de la asistencia sanitaria facilitada por la red ambulatorio y hospitalaria de la Seguridad Social.
Métodos para la búsqueda de empleo
Como es lógico esta pregunta la contestaron los que tienen empleo, pero es muy significativa para saber a través de qué medios se consigue un empleo.
La tabla muestra claramente que la vía más eficaz para encontrar un empleo es la particularista: familia, amigas, enchufes; a pesar de la opinión de los empresarios que en un gran porcentaje preferirían vías más objetivas y públicas como los anuncios en la prensa a la utilización de las oficinas de empleo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el enchufe familiar y/o amistoso funciona a dos niveles; es decir, primero facilitando información confidencial sobre la existencia de vacantes, segundo influyendo en la toma de decisión. Por eso anunciar un puesto de trabajo no es garantía suficiente de que el proceso de selección será objetivo, si bien ya supone un avance respecto a la no publicidad.
En ese sentido desde el Colegio se defiende que los métodos de reclutamiento y selección deben ser lo más públicas y objetivos posibles, y se han hecho denuncias y escritos de protesta en los casos en que la publicidad y/o objetivos no han sido las adecuadas.
De nuevo la familia aparece como eslabón crucial. La familia financia y posibilita cursar la carrera, financia el periodo de búsqueda de empleo, es la principal vía para encontrar un trabajo. Qué duda cabe que sólo un cierto tipo de familia puede facilitar todo eso. La selección clasista aparece de muchas maneras pero inexorablemente.
La familia y/o las relaciones personales colaboran en mayor medida a conseguir empleos en psicología como actividad principal (52%) que en psicología actividad complementaria 145%).
Tabla Nº 9. Métodos de búsqueda de trabajo
Psicólogos |
Opinión |
Titulados |
Preferencias |
|
Por anuncios Oficina de Empleo. COIE, etc. Mediante relaciones personales, familiares Por entidades profesionales Otras No contesta |
8 0 50 7 12 23 |
11 48 41 - - - |
15 - 60 - 20 5 |
44 20 27 - 9 - |
Causas del paro
Analizaremos en primer lugar la percepción que tienen los parados de por qué están en paro, señalaremos la opinión de los que ya están trabajando acerca de por qué les costó encontrar trabajo, y luego haremos algunas reflexiones generales.
Una primera lectura de la tabla nos permitiría llegar a la conclusión de que los parados lo están por razones objetivas, es decir porque no existen puestos de trabajo relacionados con su carrera universitaria; nos encontraríamos ante un problema de ajuste entro la oferta de titulados en psicología y la demanda de titulados por parte del sistema ocupacional, incluida la Administración. A su vez, el desajuste podría estar producido bien por razones cuantitativas, a sabor que las Facultades de Psicología producen más graduados de los que puede absorber el sistema ocupacional, bien por razones cualitativas, es decir, que no hay correspondencia efectiva entre la educación universitaria y la clase de formación que requiere el ejercicio profesional).
Tabla Nº 10. Opinión de los parados sobre la causa principal de la situación de paro
N = 477 % |
|
No encontrar el trabajo al que aspira Inexistencia de puestos de trabajo relacionados con su carrera y especialidad. No encontrar ningún trabajo más o menos adecuado a su formación. Pendiente de concluir situaciones transitorias Otras No contesta |
16 44 33 6 2 6 |
Me atrevo a juzgar que en nuestro caso pueden incidir ambos tipos de desajustes. En torno a esta problemática se podrían formular una serie de preguntas: ¿Es posible anticipar fiablemente el número de graduados que demandará el mercado de trabajo en un futuro no inmediato? ¿Un titulo universitario debe dar derecho a un puesto de trabajo correspondiente? ¿Es posible determinar las cualificaciones que exige el mercado de trabajo a una especialidad concreta? Las respuestas a las preguntas suponen dar un repaso a los aspectos centrales de las relaciones problemáticas entre sistema educativo (universitario) y sistema productivo: numerus clausus, selectividad, planificación de recursos humanos, reclutamiento del profesorado, estándares de calidad, relación título-conocimientos efectivos, conexión de los requerimientos profesionales de los puestos de trabajo con las disciplinas educativas, relación con los empleadores, etc.
No me considero capacitado para esbozar una respuesta, siquiera mínima a una problemática tan compleja como la esbozada, tratará de plantear algunas cuestiones específicas en relación a nuestro caso concreto, la Psicología, pero antes presentará una nueva tabla que muestra las razones que dieron los psicólogos que trabajaban en psicología para explicar el tiempo que tardaron en encontrar trabajo.
Tabla Nº 11. Razón del paro en encontrar trabajo
(para los que trabajan como psicólogos)
Psicología |
Psicología |
|
Obligaciones Militares Oposiciones Otros estudios Inexistencia de puestos de trabajo relacionados con la carrera. Dificultad de encontrar trabajo de cualquier tipo. Otras. No contesta |
7 2 6 33 10 6 41 |
3 3 3 33 10 4 47 |
De nuevo la razón objetiva de la inexistencia de puestos de trabajo relacionados con la carrera aparece como razón principal, si bien, y como razón definitiva estaría ese 10% que señala la dificultad de encontrar trabajo de cualquier tipo, debido a la crisis económica que padecemos, y que ha producido ya más de 2 millones de parados.
Ahora bien, Francisco Bosch Font, Profesor de Política de Personal de la Facultad de Económicas de la Universidad de Alcalá de Henares, señalaba recientemente (El País 22-1-82, pág. 22) el problema que supone la creencia de muchos universitarios de que tienen "derecha a un empleo digna y adecuado a su formación" desde el momento en que empiezan a trabajar. Por su parte, J. Martín Moreno y Amando de Miguel señalaban ("Universidad, fábrica de parados" Vicens Vives, 1979) que si se defiende que "no son aconsejables operaciones quirúrgicas del tipo de numerus clausus o de acabar con la libertad de elegir carrera o trabajo" (p. 6 o.c.), correlativamente habría que suponer que un título universitario no da derecho a un puesto de trabajo correspondiente" (p. 12 o.c.):
Si volvemos a las tesis básicas que explican el paro por desajustes cuantitativos y cualitativos entre la oferta y demanda de titulados, aplicadas a la Psicología permitirían esbozar los siguientes análisis.
Desajuste entre contenidos educativos y puestos de trabajo
Se supone que es importante y conveniente la correspondencia efectiva entre la educación universitaria y la clase de formación que requiere el ejercicio profesional. Pero el citado Fco. Bosch Font comentaba que "tal deseo no es realista porque no existe una relación unívoca y precisa entre los puestos de trabajo y las distintas carreras universitarias. La falta de una correspondencia precisa se debe, por una parte, a que no existen unos requisitos educativos mínimos para cada puesto, y por otra, a que suele haber un elevado grado de sustituibilidad entre diversos tipos de formación". (El País, 22-1-82, pág. 22). Esto último es claro: el psicólogo sustituye o es sustituible por el pedagogo en el área de la orientación escolar, por el psiquiatra en el área de la salud mental, por el ingeniero o economista en el área de personal de empresas. De hecho en ocasiones no es fácil deslindar los territorios de profesiones distintas, ya que una cosa es la diferenciación académica y otra la realidad de la práctica profesional concreta. Esta sustituibilidad tiene ventajas e inconvenientes, a saber, los empleadores a la hora de reclutar valorarán las ventajas que aportan personas con diferentes carreras, a través de sus cualificaciones y competencias, y las desventajas del coste, escogiendo para cada puesto de trabajo aquéllas con la relación coste-eficacia más favorable. Qué duda cabe que existen variables moduladoras, p.e., las estrategias corporativas y la cuantía de los efectivos. Así, en la relación psicólogo-psiquiatra hay que partir del hecho de que ellos por tradición o historia controlan los hospitales, y poseen un Colegio Profesional muy fuerte, en número, recursos económicos e influencia política y social. En contra tienen que es una especialidad poco prestigiada entre los médicos, que cuesta 10 años alcanzar el titulo (6 de medicina + 4 de especialidad), y que el número de sus efectivos es reducido. Dado que la demanda de asistencia psiquiátrica/psicológica, tanto a nivel hospitalario como ambulatorio es muy fuerte y con un crecimiento sostenido, y debido a la escasez de sus efectivos, tienen que dar entrada a una nueva clase de profesionales, los psicólogos. Pero dado que ellos están "dentro", y tienen todo el peso y poder que les da el cuerpo médico, surge el dilema de si se repartirán el mercado con nosotros, a nivel de igualdad o si impondrán la subordinación de los nuevos profesionales a ellos. La práctica dominante ha sido la de imponer la subordinación, es decir, psicólogo si, pero bajo mi control, como ayudante, haciendo las tareas que yo le encargue o autorice, y encima agradecido. Últimamente van surgiendo nuevos estilos de relación en la que cada uno desde su especificidad y sin imponer a priori ninguna jerarquía, busca la complementariedad en el seno de un equipo, véase el caso de los Centros de Promoción de Salud, de Higiene Mental, etc.
En el caso de los pedagogos la situación es diferente. Los psicólogos se han mostrado más dinámicos y han avanzado más en su organización y reconocimiento legal, y en ese sentido llevan ventaja. Por el contrario la ventaja de los pedagogos es su control de la estructura de poder intermedia del MEC, representada por la Inspección. Los efectivos, si bien son mayores en el caso de los psicólogos, son excedentarios en ambas carreras, por lo que la presión y la lucha por conseguir un mismo tipo de puesto, p.e. el de orientador, es mayor, si bien aquí no se da el problema de la jerarquización, o dominio de una profesión sobre otra, el problema es el de la competencia por alcanzar puestos escasos.
Supuesto que admitamos la no univocidad de las relaciones entro puestos de trabajo y carreras universitarias, ello no supone aceptar que no haya ninguna relación. Una de las maneras de conocer esa relación es preguntar a los directamente implicados, empleadores y titulados.
En una investigación realizada por el Mº de Trabajo (Empleo de los Profesionales Superiores, 1976) la opinión de los titulados superiores sobre las enseñanzas recibidas se repartía casi a partes iguales entre los que las consideraban "aceptable" (46,4%) y "más bien mala" (34,5%) o "muy insatisfactoria" (11,5%). Sólo un 2,6% señalaba que habían sido "muy satisfactorias".
Respecto a los emperadores, en un estudio del SEAF-PPO (Encuesta a Establecimientos Industriales, 4º trimestre 1977) sobre un conjunto de 55 empresas industriales que empleaban a 80 psicólogos, un 66% de los responsables de las empresas consideraban que los conocimientos de los psicólogos sí se adecuaban a los requerimientos de los puestos que desempeñan, frente a un 8% que consideraban que no, y un 26% que no se pronunciaban.
Claro que nos referimos al psicólogo del trabajo, y la gran mayoría de los psicólogos se identifican como psicólogos clínicos. En una reciente investigación sobre "diagnóstico de necesidades de formación realizada por Eduardo Crespo por encargo de la Delegación de Madrid, del C.O.P. (cuyo informe final se publica en este mismo número de Papeles), se detectaba la siguiente contradicción aparente: el licenciado en psicología sentía una necesidad muy fuerte de continuar formándose, pero esa necesidad no se cubría con formación, sino con trabajo. Es decir, dado que una gran mayoría de nuestros titulados pertenecen a las últimas promociones, su carencia formativa no se soluciona continuando la Universidad por otros medios, sino adentrándose en la práctica profesional, situándose en contextos situacionales no específicamente formativos, aprendiendo por el contacto con compañeros experimentados, hundiéndose profundamente en la realidad profesional.
Como señalaba José Manuel Pérez Prendes, Dr. Gral. de Ordenación Académica y Profesorado. "La distancia entre la formación académica y el ejercicio profesional se acentúa por el escaso tiempo que tiene la formación práctica en la educación universitaria y por la falta de experiencia profesional de buena parte del profesorado, ya que no está resuelto el espinosa lema de cómo valorar la experiencia profesional para el acceso a la docencia" (El País, 17-1-82, p. 12).
¿Cómo van a orientar y enseñar adecuadamente unos profesores, que han pasado del estatus de estudiante al de profesor sin haber pasado previamente varios años ejerciendo la profesión, y que no compatibilizan la enseñanza universitaria con alguna clase de ejercicio profesional?
¿Es imaginable un profesor en la Facultad de Medicina que no hubiera ejercido y siguiera ejerciendo como médico?
Respecto al lema de las prácticas, es una de las reivindicaciones más antiguas y sentidas de los estudiantes desde que se implantó la carrera a nivel de licenciatura. El que la Facultad dispusiera de Institutos propios o estableciese conciertos con Hospitales Generales y Psiquiátricos, Centros de Salud y Psicopedagógicas, Institutos de Orientación Educativa y Profesional, Red de Centros de Orientación Profesional del INEM, servicio de Orientación Escolar y Vocacional, Instituto Nacional de Educación Especial, INSERSO, etc., permitiría realizar las prácticas supervisadas y controladas en contextos profesionales reales, potenciaría a nivel investigador y docente, incluso a nivel asistencial, la actividad de esas centros, y permitirla contar con profesionales de esos centros como profesores de prácticas o a tiempo parcial.
¿En qué medida y en qué grado es conveniente la especialización? Francisco Bosch Fant señalaba que "la especialización es menos ventajosa en las actuales circunstancias de para, por cuanto reduce la gama de puestos de trabajo en los que puede competir con otros tipos de graduados o personas sin titulo universitario. No hay que especializarse demasiado -profesionalizarse-, si por ello se entiende la adecuación de las enseñanzas a lo que una gama concreta de puestos de trabajo requiere en el presente. Por el contrario, hay que apuntar hacia una gama de conocimientos más generales y, en consecuencia, más fácilmente adaptables a entornos económicos y tecnológicos cambiantes". (El País 22-1-82 pág. 22).
En nuestro caso, pasar de ser licenciados en Filosofía y letras a licenciados en Psicología, nos ha supuesto perder ese inmenso campo de la enseñanza media. Si en lugar de ser licenciados en Psicología, somos licenciados en Psicología del Trabajo, restringimos más el campo, y con ella las posibilidades de empleo.
Desde mi punto de vista, considero que hay el mercado de trabajo no discrimina mucho, y que por ello la titulación debe de ser licenciado en Psicología a secas. Todo el mundo debería haber efectuado algo parecido al rotatorio de Medicina, es decir, pasar un cuatrimestre a semestre formándose y colaborando en relación a las principales áreas aplicadas de la psicología, o mejor aún en Instituciones a Centros de Trabajo representativos de las distintas especialidades. A lo mejor el proyecto que tienen los psicólogos franceses de introducir un año de práctica profesional supervisada, aunque ya cobrando, previo a la concesión del título, es una idea interesante.
Recapitulando, no hay información fiable que nos indique que los psicólogos no se colocan en tal o cual empleo porque su formación no se adecúa a las necesidades del puesto, salva el problema general de los recién licenciados que carecen de experiencia, pero que no seria un problema peculiar de nuestra carrera. Tampoco parece que los planes de estudio se elaboren a partir de análisis del trabajo, del estudia de lo que realmente hacen los psicólogos en su práctica profesional.
Varias serían las líneas de investigación que habría que poner en marcha:
a) Diagnóstico de necesidades de formación. Conocer en qué sectores hay demandas de psicólogos, según zonas geográficas, sector de actividad, tipo de empresa, etc.
b) Análisis ocupacional.- Conocimiento cabal de las destrezas, competencias y conocimientos precisos para una práctica profesional adecuada, en función de los distintos contextos situacionales.
c) Evaluación de resultados.- Estudia de la eficacia universitaria, en función de los objetivos, comparativamente interfacultades, mediante una prueba terminal estándar, etc.
Estas líneas no podrían tener un carácter puntual o único, sino desarrollarse en un continuo para intentar acercar al máximo la oferta y la demanda de contenidos. Obviamente no estoy defendiendo una sujeción estrecha de la enseñanza universitaria a los requerimientos de los puestos de trabajo, ya que una de sus misiones fundamentales es una formación sólida en la metodología de la investigación y en temas experimentales a teóricos no directamente aplicables, pero una autonomía excesiva de la realidad ocupacional tampoco sería la elección idónea.
Desajuste entre oferta y demanda de titulados
A nivel general se podría afirmar que el aumento histórico del paro español no ha sido generado, como en el resto de los países industrializados, por la diferencia entre el crecimiento de la población activa y el menor aumento de la creación de empleo, sino por la destrucción de empleo, no compensada por la disminución de población activa. En concreto, en España, desde 1977 el número de puestos de trabajo perdidos asciende a 1.200.000
Sin embargo, en el caso de los titulados superiores, parece que es la sobreproducción de titulados la principal responsable del desajuste entre oferta y demanda.
A título de ejemplo, diremos que de 11.500 licenciados, ingenieros y arquitectos que se graduaron en el curso 1969-70, se pasó a 20.000 en 1974-75 y a 44.000 en 1979-80.
Víctor Pérez Díaz, afirmaba a partir de una encuesta de la Fundación FIES de 1979, que a finales de dicho año, el número de titulados universitarios era de 520.000, de los cuales el 12% se encontraba en paro (62.000) y en situación de subempleo 78.000.
Otro índice sería la evolución del número de alumnos matriculados en Enseñanza Superior en el período 1960-78 y de la tasa de alumnos matriculados por 10. 000 habitantes. Así los 187.384 alumnos, del curso 1960-61, que suponía una tasa de 61 alumnos por 10.000 habitantes, pasa a ser 368.068 en 1970-71, con una tasa de 108 alumnos por 10.000 habitantes, y 714.318 en el curso 1977-78, con una tasa de 195 alumnos por 10.000 habitantes.
Esas cifras son las que hacen decir a Alberto Gutiérrez Reñón, ex-Secretario General Técnico del Mº de Universidades, que "el crecimiento de los estudiantes universitarios se ha desarrollado totalmente al margen de las necesidades ocupacionales del país, tanto en lo que se refiere al nivel de los estudios como respecto a la naturaleza de los mismos". (El País, 17-1-82, pág. 12).
Hay toda una teoría para explicar este fenómeno de la sobreproducción de titulados superiores. Lo que sigue a continuación es un resumen no literal de la desarrollada por Víctor Pérez Díaz ("Universidad y Empleo. Papeles de Economía Española, Nº 8, 1981).
El argumento estructural consiste en que hay un mecanismo inflacionista en el mercado de trabajo de puestas altamente cualificados, por el cual la oferta de estos puestos crece a un ritmo necesariamente inferior a la demanda social de educación universitaria. Esta es relativamente insensible a reducciones de la oferta de puestos altamente cualificados por:
a) Tesis del credencialismo. Los empleadores públicos y privados, fijan una política de empleo tal que exigen títulos para puestos alta y medianamente cualificados, utilizando el título en parte como un indicio de capacidades para el puesto y en parte como un mecanismo para ahorrar tiempo y, en general, costes en la selección de candidatos. Esta se ve reforzado por la estrategia de los cuerpos profesionales que tratan de monopolizar el acceso a puestos cualificados para quienes detentan tales títulos o credenciales.
b) Tesis de la tendencia expansiva de las burocracias y cuerpos enseñantes. El Estado tiende a incrementar su oferta pública de puestos docentes como efecto de la presión de los cuerpos enseñantes y de los funcionarios, y en base a un consenso entre las fuerzas políticas a favor de la expansión de la Universidad, por razones extraeconómicas.
c) Tesis de la estrategia de movilidad social ascendente de las clases medias o interiores, la población, en estas condiciones, aumenta su demanda de educación superior, puesto que las recompensas son altas -ventajas diferenciales en la "cola" para obtener puestos de trabajo alto o medios- y los costos relativamente modestos.
Normalmente una de las consecuencias de la sobreproducción masiva es la infracualificación profesional, además del para y el subempleo. Hay que tener en cuenta además que el titulado en desempleo se descapitaliza al desprofesionalizarse y al no poder poner en práctica los, en ocasiones, exiguos y teóricos conocimientos aprendidos en su dura y larga etapa docente.
Si descendemos al caso de los psicólogos la situación es especialmente dramática. los estudios de licenciatura se iniciaron el curso 68-69 en la Universidad Central de Barcelona y Complutense de Madrid. Sólo de esta última..Facultad, han salido entre 1971-1981, 6.695 licenciados en Psicología, y si sumamos los de la Autónoma de Madrid (2.100), son 8.795 los titulados sólo en este distrito Universitario.
Pero es que la lista de Facultades ha crecido incontenible por todo el País. En Madrid, además de las dos Facultades reseñadas, está la Universidad a Distancia, un Colegio Universitario (el Cardenal Cisneros, sólo primer ciclo), y dos Centros privados, el CEU y Comillas. En Barcelona hay dos Facultades, as! como en Salamanca y tienen una Facultad las Universidades de la Laguna, Sevilla, Granada, Murcia, Valencia, Baleares, Santiago, Asturias y San Sebastián.
Resultado pasar de 0 a 20.000 licenciados en 10 años, y con un crecimiento progresivamente creciente. Hay que pensar que la Escuela de San Bernardo sólo produjo unos 2.500 diplomados entro 1956-1974. Además la creación de esas Facultades se ha hecho sin recursos materiales ni profesorado competente. Probablemente no habrá ninguna otra carrera universitaria que haya tenido tal crecimiento de graduados en tan breve plazo.
De ahí que sostenga que el problema del paro de los psicólogos no se deba a la pérdida de empleos, o a la no creación de nuevos puestos, sino a una oferta explosiva y progresivamente creciente. No se podría hablar de que el mercado de trabajo está saturada, pero a título de ejemplo reproduzco una tabla, preparada por Mark R. Rosonzweig, ("Trends in development and status oí psychology", Internacional Journal oí Psychology, 17, 1982, pág. 124), en la que aparecen los stocks de psicólogos en 44 países en relación a su población. Y el récord se lo lleva España con 528 titulados por millón de habitantes. Como es lógico ni en el caso más optimista es pensable que todos los psicólogos puedan encontrar trabajo como tales. Otra cosa sería si esos 20.000 hubieran ido saliendo en un período de 30 años. Y lo malo no es el número que ya somos, sino los que seremos, dado el ritmo de crecimiento del alumnado y la cantidad de Centros existentes.
Ahora bien, la relación oferta-demanda no es una relación en un sólo sentido y rígida. Ahora por ejemplo el resultado de las próximas elecciones generales, del 28 de Octubre, puede afectar significativamente el mercado de empleo. De ganar los partidos de izquierda, dado su interés por desarrollar una política de servicios sociales, y conociendo algunas de las propuestas presentadas en el Parlamento para crear y potenciar servicios psicológicos en las áreas escolares y sanitarias, podría haber un incremento espectacular del número de puestos de trabajo para los psicólogos. De hecho, han sido las comunidades locales las que más puestos de trabajo están creando en los últimos tiempos, al menos aquellas regidas por la izquierda. El Centro y la Derecha, sin embargo no han demostrado ningún interés por favorecer la creación de puestos de trabajo.
Como vemos, una misma demanda social puede ser interpretada de manera distinta por los partidos políticos, ocasionando políticas diferentes de empleo. Por otra parte, son los mismos psicólogos los que con su presencia van poco a poco creando demanda de sus servicios, sólo que este proceso es largo y costoso, y generalmente supone condiciones iniciales de trabajo mal pagados y precarias. La figura del asistente voluntario, iría por esa vía. No cobra, pero realiza un servicio, que de ser eficaz, genera demanda, llegado ese momento hay que cambiar el estatus y pasar a ser personal contratado.
Resumiendo, los problemas generales de sobreproducción de titulados se dan exacerbados en el caso de la Psicología. Ostentamos el récord de ser el país del mundo que tiene más titulados en psicología en relación a la población, y eso conseguido también en un tiempo récord, 10 años. El crecimiento de las Facultades y del número de estudiantes no ha respondido a una planificación cuidadosa de recursos humanos en función de la demanda, pero esta demanda está muy influida por el partido que gobierne, ya que el sector público en la enseñanza y la sanidad pueden generar muchísimos empleos de psicólogos, ya que se parte de casi cero. A su vez, la existencia de este número de psicólogos puede actuar aumentando la demanda de sus servicios. Ver tablón.
Material adicional / Suplementary material
Tablon 1. Miembros de las Sociedades Nacio. De Psicología y estimación del número total de psicólogos por países.