Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1985. Vol. (22-23).
DANIEL RAMIREZ
Cuando en mayo de 1983 presenté al Director General de Instituciones Penitenciarias el proyecto de estructura y funcionamiento del Sanatorio Psiquiátrico Penitenciario, no podía imaginar la aventura institucional que se iniciaba con ello.
El proyecto estaba realizado desde el campo psicoanalítico y proponía un modelo teórico de funcionamiento que estaba basado en los siguientes puntos:
1. El funcionamiento de la institución no se regiría por criterios exclusivamente médicos, sino multidisciplinares.
2. A fin de romper la inercia asilar de instituciones como esta, se proponía que hubiere un número máximo de 300 internos enfermos psicóticos, a fin de que, por una parte, no gubiese masificación, lo que anularía cualquier intento de transformación institucional y, por otra, no se transformase en un cajón de sastre donde cupiesen todo tipo de patologías y deficiencias psíquicas y sociales.
3. Se partía de una institución cerrada y se proponía una apertura al entorno socio-cultural y al ambiente socio-familiar del interno.
El proyecto fue aceptado y en noviembre de 1983 fui nombrado director.
El Sanatorio empezó a funcionar el 12 de enero de 1984 con una población de 70 pacientes. La dotación inicial de personal era de:
- 1 director
- 1 subdirector
- 1 administrador
- 2 psiquiatras
- 1 médico de medicina general
- 2 A.T.S.
- 1 educador
- 1 asistente social
- 51 funcionarios de vigilancia
- 16 funcionarios para servicios administrativos
- 4 auxiliares de enfermería
- 2 cocineros
- 12 enfermeros (que cumplen condena de privación de libertad).
En una primera evaluación de esta plantilla se puede constatar el desequilibrio entre los funcionarios de vigilancia y administrativos y los dedicados a labores "asistenciales". Este sesgo de la estructura de la plantilla podía condicionar el tipo de tarea a realizar.
Había una segunda constatación que hacer.: no había psicólogos. Esto suponía una incongruencia por parte de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que aceptaba un proyecto hecho desde la Psicología, que ponía a un psicólogo corno director y, sin embargo, no dotaba de psicólogos para que realizasen el trabajo institucional que en el proyecto se les asignaba. Esta incongruencia fue subsanada de la siguiente manera: aprovechando que en el concurso público para cubrir las plazas de auxiliares de enfermería se habían presentado 3 psicólogos, se les contrató como auxiliares de enfermería y, utilizando determinados instrumentos jurídicos, trabajan desde el inicio corno psicólogos.
En diciembre del 84, que es cuando escribo este artículo, la estructura de la plantilla se ha modificado ligeramente: se han incorporado 2 A.T.S., 2 educadores, media docena de funcionarios de vigilancia, 1 profesor de E.G.B. y 18 enfermeros. Ha causado baja un auxiliar de enfermería.
El Sanatorio Psiquiátrico Penitenciario de Fonicalent (Alicante) se asienta en unos edificios de nueva planta construidos a unos 5 kms. de Alicante. Su capacidad es de 300 internos.
La descripción de los espacios y de la estructura arquitectónica es menos relevante que la visión radiográfica que nos da M. Foucault (nota a pie de página nº 1, "Vigilar y Castigar", ed. Siglo XXI) de este tipo de instituciones:
a) Son instituciones que se configuran en espacios cerrados y propician el aislamiento.
b) Instauran un control de la actividad, cuya herramienta fundamental es el horario, que determina cielos repetitivos. Su finalidad es constituir un tiempo totalmente útil sin fisuras por las que se puede escapar la individualidad.
c) Y la disciplina, que se ejercita a través de la mirada jerárquica, la sanción normalizadora y el examen.
Este cuadro pintado por Foucault corresponde a un tipo de instituciones monolíticas en las que, en opinión de M. Mannoni, no es posible la acción terapéutica: "No hay lugar para la introducción de una institución psicoanalítica en una institución asilar. En un lugar de tipo carcelario nada tiene que hacer una institución que se propone liberar la palabra" (nota a pie de página nº 2, M. Mannoni, "El psiquiatra, un "loco" y el psicoanálisis", ed. Siglo XXI).
El propósito inicial no podía ser otro que el de transformar la institución que se nos daba y crear otra que funcionase como una comunidad terapéutica, en donde se propiciase, como diría F. Guattari (nota a pie de página nº 3, "Psicoanálisis y transversalidad"), la circulación transversal de la palabra a través de todos los grupos que configuran la institución y desde una posición analítica (d) enunciar el recorrido institucional de la palabra, sus repeticiones, sus perífrasis, sus ausencias...
Era evidente que el primero de los propósitos, que era curar a unos pacientes psíquicos, pasaba por la curación previa de la institución.
Cómo se han ido plasmando en la práctica estos propósitos iniciales. Voy a intentar enumerar los distintos pasos dados, que no hay que entenderlos como cronológicamente sucesivos:
1. Constitución de los órganos de gobierno:
- Junta de Régimen: constituida por el Director, Subdirector, Administrador, Jefe de Servicios y 2 Funcionarios de Vigilancia. Tiene como cometido las decisiones en las áreas administrativas, económicas y disciplinarias.
- Junta de Tratamiento: formada por el Director, Subdirector, 2 Psiquiatras, 3 Educadores, 1 Asistente Social, 3 Psicólogos, 1 Médico, 1 ATS, 1 Maestro. Sus funciones son las de programación y puesta en marcha de los aspectos asistenciales y de tratamiento.
Se ha propuesto la unificación de estas dos Juntas en una sola a fin de que no exista una disgregación de decisiones.
2. Creación de los siguientes ámbitos de discusión y decisión:
• Reuniones del Equipo Asistencial con
- Los Jefes de Servicio
- Encargados de Módulo
- Funcionarios de Oficinas
- Enfermeros
La periodicidad de cada una de ellas es de una reunión al mes. La duración es de 2 horas.
• Asambleas generales. En principio han venido asistiendo los miembros de la plantilla, la intención es que con el tiempo se vayan integrando en ellas los internos. Su periodicidad es de una asamblea cada tres semanas.
3. Se han constituido los siguientes grupos para la circulación de la palabra y su resignificación:
- Grupos de funcionarios de vigilancia: se han formado 8 grupos de unas 7 personas cada uno.
- Grupos de enfermeros: se han constituido 3 grupos de unos 10 miembros cada uno.
La técnica grupal utilizada en ambos bloques de grupos es la operativa con el siguiente encuadre: 2 psicólogos coordinan las sesiones grupales, la periodicidad de las mismas es de una sesión semanal y no existe una consigna inicial.
- Grupos de enfermos: actualmente hay 2 con unos 10 miembros cada uno. El encuadre grupal es diferente a los grupos anteriores: un psicólogo coordina las sesiones y un segundo psicólogo hace de observador de la dinámica grupal. La periodicidad de las sesiones es de una semanal por cada uno de los grupos. La finalidad de estos grupos es terapéutica.
Hay que destacar que este considerable trabajo (13 sesiones grupales semanales) lo están realizando los psicólogos Carmen Giner Caturla, José Luis Serra Hurtado y Carlos Enrique García Lara, en unas deficientes condiciones de contratación laboral.
4. Se han formado o están en proceso de formación una serie de equipos de trabajo en los que el objeto de trabajo es la tarea y no los miembros de los equipos, como ocurre en gran parte de los grupos especificados en el apartado 3).
Se está trabajando en los siguientes equipos de trabajo:
- Sesiones clínicas: está compuesto por el Director, psiquiatras, psicólogos, médico, ATS, asistente social, educadores y maestro. Se reúne una vez por semana con la tarea específica del estudio de casos individualizados, su admisión, seguimiento y altas.
- Equipo dedicado a la familia. Coordina la asistente social y está compuesto por el Subdirector, un educador, un psicólogo y un funcionario de vigilancia, La tarea es contactar con la familia de los internos y trabajar con ellos la relación con sus familiares internados y sus posibles salidas.
- Gimnasio. Dentro de la dotación de locales habla uno que aparecía como gimnasio, aunque deficitariamente dotado. Su puesta en funcionamiento nos planteó la colaboración del equipo asistencia¡, funcionarios de vigilancia y enfermeros. Este equipo lo coordina un educador, 2 funcionarios hacen de instructores de gimnasia y 3 enfermeros realizan las tareas de impartir las sesiones de gimnasia.
- Periódico: es una tarea que está en gestación y en la que tendrán que tener un papel predominante los internos.
No quiero extenderme en la explicación de las tareas del resto de equipos de trabajo que han sido propuestos (hasta once). Sólo querría referirme a la intención que tuve cuando propuse la creación de estos equipos de trabajo y era que se pudiesen reunir alrededor de una tarea funcionarios, enfermeros, equipo asistencial y enfermos.
El año que llevarnos funcionando no ha sido un camino de rosas. Voy a señalar los obstáculos más significativos que hemos encontrado:
- El proyecto inicial: que contenía una paradoja que era la de que se imponía una manera de funcionamiento en la que se decía que no se podía imponer nada.
- La institución que, en esta ocasión, podíamos diferenciar en tres niveles: 1) Dirección General, 2) Funcionarios de vigilancia y 3) Médicos.
1. Dirección General El obstáculo ha oscilado entre la indiferencia hasta el boicoteo. En el polo de la indiferencia está la ausencia de respuesta de la autorización que reglamentariamente se remitió para constituirnos como un¿ comunidad terapéutica; en este mismo registro está la falta de respuesta de las peticiones que hemos hecho reclamando personal (estamos con un déficit de alrededor de un 25% de necesidad de funcionarios de vigilancia y un 75% de personal asistencial y medios. En e lado del boicoteo están las recomendaciones de limitar la asistencia de determinadas personas a las asambleas generales como también "prohibir" algunos tomas en las mismas. La relación podría ser externo aunque, por su importancia, me voy a limitar a la decisión de trasladar a internos psicópatas procedentes del Centro Penitenciario de Huesca. Todo el trabajo-institucional que estamos haciendo tiene unos destinatarios: los internos psicóticos; la inminente llegada de los psicópatas sin la cobertura prometida de personal y medios mucho nos tememos que pueda resultar un obstáculo de difícil superación.
2. Funcionarios de Vigilancia. Ha habido temas distorsionantes entre ellos y el representante del proyecto (el Director) que han enlentecido el enganche de este sector de la institución con el proyecto. Ha habido temas como el cambio de horario que ha sido una piedra absurda en la que hemos tropezado continuamente. El obstáculo más importante procedente de un sector de los funcionarios de vigilancia procede de aquellos para los que su estabilidad psíquica pasa por un encuadre institucional rígido y represivo. Para este sector resulta "chocante" la propuesta institucional en la que se ven inmersos y el choque contra esta propuesta unas veces se ha mostrado como boicoteo y otras corno huida (hacia la enfermedad o en "acting out").
El trabajo institucional que pretendemos supone una colaboración de este sector laboral, ya que sobre ellos recae la dedicación más externa.
3. Obstáculo Médico. "Es ya tradicional que una buena parte de los profesionales implicados ofrezcan una gran resistencia a variar el modelo de su práctica. En el caso concreto de la Psiquiatría, que ostenta hoy un papel hegemónico y casi exclusivo en este campo, el mayor problema creo que consiste en el peso de la tradición clínica, de claro corte organicista, que ve con recelo la aparición de otras profesiones competitivas y que es incompatible con un modelo distinto de atención a los problemas en el mismo contexto en que se producen y en compromiso directo con el cuerpo social en que realiza una praxis. Esta ideología médica supone una indudable rémora a la hora de transformar las instituciones de salud" (nota a pie de página nº 4, Julián Espinosa, Director del Hospital Psiquiátrico de Bétera, "La Salud Mental comunitaria en las instituciones psiquiátricas", nº 7 del Butiletí d'informació Psicológica).
La cita de Julián Espinosa es aplicable en todos sus términos a nuestra experiencia con el añadido del recelo que supone que la propuesta transformadora de trabajo procede de un psicólogo.
Estos obstáculos son algunas de las dificultades que nos estamos encontrando en la transformación de una institución asilar y carcelaria en otra de asistencia y tratamiento.