Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1982. Vol. (2).
Francisco Asís Blas
Centramos en este número nuestra sección la profesión en algunos problemas relacionados con la formación de los psicólogos. Por una parte, Francisco de Asís Blas, presidente de la Comisión de Plan de Estudios de la Facultad de Psicología de la Complutense, da cuenta de los objetivos que debe plantearse un nuevo plan; relata también cuál es la situación actual. Por otra parte, María Luisa Ortega, en una colaboración espontáneamente enviada a nuestra revista, plantea alguno de los problemas con los que se encuentra el joven psicólogo al querer proseguir su formación. Para completar el bloque, reproducimos el proyecto de plan de estudios elaborado en el Colegio y enviado en su día -junio de 1981- a la Facultad para que fuera tenido en cuenta en el proceso de elaboración del nuevo plan.
Quizá a lo largo de los últimos cinco años han ido tomando cuerpo razones suficientes para justificar una revisión del Plan de Estudios. Sumadas a ellas, existe en la actualidad una razón imperativa que hace inevitable dicha revisión: la esperada obtención del carácter "experimental" de nuestra Facultad. Esta intención - asumida colectivamente por la Junta de Facultad- crea una situación histórica privilegiada para proceder a la elaboración de un Plan de Estudios de Psicología en el marco de dos hechos inexistentes anteriormente: el futuro carácter experimental de la Facultad y su independencia recientemente obtenida.
Hay, pues, que aprovechar esta situación nueva para revisar crítica y responsablemente nuestro Plan de Estudios actual y adaptarlo a las exigencias aludidas. En este sentido, el Plan de Estudios debe satisfacer una serie de criterios básicos:
- Ser racional: es decir, poseer su lógica interna (ubicación de las asignaturas, coherencia de los programas, estructuración jerárquica de los contenidos, homogeneidad en los criterios evaluadores y en los niveles de exigencias
- Ser moderno: es decir, referirse a las áreas y contenidos básicos de la Psicología científica actual.
- Ser estable: es decir, contener una denominación formal tal que permita la movilidad y flexibilidad de programas y contenidos (en función de la evolución de la Psicología), sin que se hagan necesarias a medio plazo nuevas revisiones estructurales.
- Ser realista: es decir, tener en cuenta las posibilidades reales de nuestra Facultad (en el nivel presupuestario, en el nivel legislativo y en los recursos humanos disponibles).
- Atender a las funciones y necesidades de la Universidad española actual - y por ende -, de la sociedad española actual.
¿Qué objetivos ha de perseguir el nuevo Plan de Estudios?
Un primer objetivo viene de alguna forma impuesto por el carácter "experimental" que espera obtener esta Facultad. En efecto, se supone que si se solicita la conversión de la Facultad de Psicología en Facultad "Experimental", ello no obedece únicamente a la justificada necesidad de recibir un presupuesto Superior, sino también al convencimiento prácticamente generalizado de formar "psicólogos experimentales". Ello implica que nuestro Plan de Estudios debe vertebrar prioritariamente las áreas y procedimientos que en la actualidad definen a la Psicología Experimental. Ello, sin embargo no debe excluir que el Plan de Estudios contemple asimismo una información ordenada de otros enfoques no experimentales (Psicoanálisis, Psicología humanística, Psicología fenomenológica, Psicología dialéctica... y Psicología filosófica en general).
Otro objetivo está relacionado con el carácter "universitario" del Plan de Estudios. Tradicionalmente se ha considerado que la investigación y la docencia son las funciones básicas de la Universidad. Sin embargo a veces se ha planteado una oposición artificial entre capacidad teórica y de investigación y cualificación profesional y técnica (las primeras deberían ser adquiridas en centros universitarios, las segundas en centros de formación profesional). Pero es evidente que son minoría el número de alumnos que posean vocación, aptitudes y, sobre todo, cauces institucionales para desarrollar las tareas de investigación. No tendría pues sentido orientar toda la docencia al servicio de esa minoría cualificada. Aunque en la actualidad estemos viviendo una situación anómala (la estructura socioeconómica es incapaz de absorber el creciente número de titulados universitarios), la Universidad - entre otras cosas - sigue encargándose de suministrar a la sociedad cuadros profesionales. Si se acepta este supuesto, además de investigadores la Universidad debe formar a profesionales cualificados.
Esta última afirmación nos conduce a otro objetivo claro que debe contemplar el Plan de Estudios: el de la especialización. En efecto, tras una primera etapa homogénea de formación básica en Psicología Experimental, parece razonable completarla con una formación especializada.
¿Cuál es la situación presente en el Plan de Estudios?
Insistiendo en el carácter "realista" que debe poseer la filosofía del Plan de Estudios, un punto de partida adecuado para su elaboración puede ser el de partir de la situación actual:
a) Existencia de una normativa académica general que impone un marco restrictivo a la articulación de todo plan de estudios.
b) Arrastre de una herencia histórica, fruto de la procedencia de la Facultad de Filosofía y Letras, que se concreta en el mantenimiento de una serie de disciplinas no propiamente psicológicas.
c) Ubicación inadecuada de algunas asignaturas.
d) Superposición de ciertos programas: algunos contenidos se imparten por distintas asignatura, mientras que otros no son abordados por ninguna.
e) Heterogeneidad de programas en algunas asignaturas: aún no está resuelta en todos los casos la contradicción entre la "libertad de cátedra" y la homogeneización de programas dentro de una misma asignatura.
f) Insuficiencia de infraestructura, tanto económica como de personal docente.
g) Imagen de escasa exigencia de la carrera de Psicología: no es raro constatar que en la Facultad de Psicología desembocan alumnos "rebotados" de otras carreras.
h) Inexistencia de una planificación equilibrada de las clases prácticas: un sector importante del turno "nocturno" - por sus imposiciones laborales- se limita a asistir a las clases lectivas - magistrales.
i) Predominio abrumador del sistema de docencia clásico (clases magistrales, exámenes parciales y finales como forma de evaluación generalizada.,.).
j) Heterogeneidad en los criterios de evaluación: existencia de asignaturas "fáciles" frente a otras asignaturas "huesos", etc.
¿Qué puede mejorar un nuevo Plan de Estudios?
Las posibles mejoras que aquí se sugieren deben ser interpretadas como una serie incompleta de propósitos - guía a los que ha de servir el nuevo Plan de Estudios:
a) Quizá una mejora exigida que debe afrontar un nuevo Plan de Estudios es la elevación general del nivel de exigencia. Aunque ciertamente no es una condición, suficiente, la estructuración coherente de los conocimientos que han de ser adquiridos contribuye objetivamente a crear un clima de exigencia.
b) Otra de las mejoras debe apuntar a la coherencia interdisciplinaria de los programas. Ello, a su vez, debería contribuir a suavizar las pronunciadas diferencias que a veces se observan entre los programas de una misma asignatura.
c) Otro aspecto mejorable se refiere a la homoqeneización de los criterios de evaluación. Sería deseable establecer con el mayor grado de objetividad posible los requisitos mínimos que se precisan para obtener una evaluación suficiente en cada asignatura.
d) Al capítulo de las mejoras y, en cierta medida, de las modificaciones pertenece el sistema de docencia. La clase magistral - importante e insustituible en algunas disciplinas- no es el único modelo de formación y de información teórica: puede y debe ser complementado por otros modelos.
e) Si se solicita el reconocimiento "experimental" de nuestra Facultad es porque se considera necesario dotarla de una infraestructura de recursos materiales y de profesorado capaz de convertir en realidad obligatoria y generalizada la docencia de las "prácticas".
f) En fin, es evidente que el nuevo Plan de Estudios, como ante se ha señalado, debe introducir una estructura organizativa de las especialidades. Al respecto, merece la pena destacar un hecho significativo: en encuesta realizada por los propios alumnos los resultados apuntan a que alrededor de un 90% de ellos optarían por la "Psicología clínica". Si no se tienen en cuenta estos datos, la posible creación de especialidades puede resultar un fracaso.