Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1989. Vol. (38).
Colegio Oficial de Psicólogos.
Decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid.
«En la Facultad de Psicología de la Autónoma tenemos una situación que es razonablemente buena dentro del contexto universitario; tenemos aproximadamente unos dos mil estudiantes y unos 75 profesores, lo cual da una ratio alumno-profesor que creo está bien para los índices actuales. Tenemos una problemática más o menos común a las de otras Facultades, que es la de unos primeros cursos todavía muy masivos a pesar de que la preferencia por la Psicología se ha estabilizado, no ha aumentado tanto como lo había hecho en los años anteriores; sigue habiendo demasiados alumnos en los primeros cursos, y no solo muchos alumnos, sino, además, alumnos que vienen a Psicología con una preferencia por otras carreras y que optan por Psicología porque no pueden entrar en otros centros españoles.»
-A la estabilización del número de estudiantes que acuden a esta Facultad, ¿le corresponde mayor definición de sus objetivos profesionales?
-Me parece que no. Me parece que siguen más o menos con las mismas expectativas sobre los estudios de Psicología, sobre la actividad profesional del psicólogo; yo diría que no están demasiado bien informados. Hay, como decía antes, una cierta cantidad de alumnos que, en realidad, vienen aquí porque no pueden ir a otras carreras. Eso hace que la mortalidad académica, digamos, entre primero y segundo sea muy alta; de los 600 que entran en esta Facultad en primero, a tercero no llegan más que 300.
-¿Y qué pasa con el resto?
-El resto, una parte repite, otros abandonan y una cierta cantidad de ellos acaban en las carreras en las que quieren entrar, como son Magisterio o Medicina.
-El segundo ciclo, ¿arrastra problemas comparables a los del primero?
-Ya digo que mi valoración del primer ciclo no es satisfactoria: hay mucha masificación, los alumnos no están muy vocacionalmente orientados hacia la Psicología y eso complica mucho el que se haga una enseñanza satisfactoria. En el segundo ciclo, en cambio, y concretamente en el tema de prácticas, que a mí me parece que es un tema fundamental, hemos mejorado bastante. Tenemos incluso alguna organización de prácticas que es útil y que puede ser extensible a otros centros: son los «programas de cooperación educativas que suponen prácticas remuneradas en centros de actividad profesional. Nosotros tenemos un programa que funciona con 70 alumnos de cuarto y quinto, que hacen prácticas remuneradas en Psicología del Trabajo en empresas y que permanecen la mitad del curso en empresas en jornada completa y remunerados por la empresa, y la otra mitad del curso en la Facultad.
-¿Con algún tipo de tutoría?
-Con una tutoría en la empresa, con respecto a su actividad profesional, y con una tutoría en la Universidad, porque eso implica que la mitad de la enseñanza curricular de sus asignaturas normales no las pueden recibir normalmente, sino que las reciben a base de tutorías.
Eso es un modo de funcionar, una estructura de las prácticas que está funcionando bien. Por otro lado, está posibilitando la colaboración de personas de actividad profesional extrauniversitaria, como en este caso es Psicología del Trabajo, que luego vienen a la Facultad a dar seminarios. Así que entonces a estos alumnos se les complementa su formación con seminarios que se imparten luego aquí.
-¿Cuántas empresas participan?
-En este momento están participando aproximadamente unas 20 empresas.
-Los psicólogos que están en estas empresas y que colaboran con la universidad ¿se articulan administrativamente de algún modo, tienen estatuto de profesor asociado?
-Sería muy bueno utilizar la figura del profesor asociado, que para eso se creó, aunque desgraciadamente no lo estamos utilizando porque no tenemos suficiente dotación de profesores asociados. Lo que hacemos entonces es una figura menos formal, pero que es también efectiva y que funciona y que es sencillamente la de colaborador, que colabora con la Facultad dando un seminario de tantas horas.
-En otra especialidad que no sea Psicología del trabajo, ¿hay alguna experiencia de prácticas simultánea a estos estudios?
-En otras especialidades no tenernos tantos alumnos en prácticas porque es más difícil. Por ejemplo, tenernos acuerdos con hospitales que nos han permitido que aproximadamente unos 20 alumnos de cuarto y quinto también estén haciendo ahora mismo prácticas remuneradas en esos centros y en gabinetes con una estructura menos formal, con una financiación que también me parece que es interesante darla a conocer, que es la financiación que ofrece el INEM, precisamente para actividades de este tipo, pero todavía no lo hemos llegado a formalizar en una estructura que tenga así continuidad.
-Los estudiantes que no participan en estas actividades prácticas, ¿tienen alguna dificultad para seguir sus estudios, los siguen en paralelo?
-Los siguen a un ritmo perfectamente normal. Lo que sí se ha empezado ya a producir es una cierta competición por entrar en esas actividades; a mí esto, aunque supongo que puede resultar polémico, me parece positivo. Los alumnos que participan en las actividades que he comentado antes, en tercero los sometemos a un proceso de selección; esto ha originado algunas polémicas y fricciones; pero a mí me parece que es bueno que cuando un estudiante entra en primero en una carrera sepa que en tercero va a haber una selección para entrar o no a formar parte de un programa de prácticas estructurado. Me parece que de alguna manera los estudiantes tienen que empezar a mentalizarse de que la competición es algo necesario.
Es muy difícil montar este tipo de actividades para todos los alumnos.
Lo que sí estamos pretendiendo es que no sea algo que afecte a una minoría de alumnos. En todas estas iniciativas que he comentado tendremos en torno a un 20 por 100 de los alumnos de cuarto y quinto; estamos intentando ampliarlo hasta un máximo del 50 por 100. En este sentido creo que las Prácticas de segundo ciclo son una cuestión en la que las Facultades debemos hacer un gran esfuerzo porque debería ser un aspecto esencial de la formación profesional y es preciso proporcionársela. Es bien cierto que nuestras Facultades están masificadas; pero también es muy cierto que a menudo no aprovecharnos todas las posibilidades que nos ofrece la sociedad. En cualquier caso creo que no sólo es importante organizar estas prácticas, sino también darles una estructura que haga que, la enseñanza curricular y la formación profesional se complementen, así como que la Universidad se enriquezca con la aportación de los profesionales.
-¿Se han modificado las preferencias relativas entre unas especialidades y otras o seguimos con clínica, escolar .. ?
-Es difícil responder. A mí me parece que no hay mucho cambio en las preferencias. Los estudiantes se insertan en una actividad concreta en función de la oferta que se les hace. Por ejemplo, a mí me da la impresión de que una cierta cantidad de alumnos que están participando en este programa práctico que he comentado de Psicología de Trabajo, como gustar, les gustaría mucho más a lo mejor la clínica; pero, claro, ven la posibilidad concreta en un sector determinado de poder trabajar o de poder adquirir unos conocimientos prácticos y se vinculan a eso. De todas maneras, creo yo que hoy quizás las Facultades no estamos ofreciendo una información precisa que a lo mejor debería empezar a ofrecer el Colegio profesional sobre los cambios tan grandes que está habiendo en nuestra práctica profesional: estas áreas tan nuevas que están apareciendo, como Psicología jurídica, Psicología del Deporte. Esto las Facultades lo estamos transmitiendo a los alumnos con mucho retraso.
-La vinculación ejercicio profesional/carrera docente, ¿es vivida por los estudiantes y por los profesores como problema?
-Es vivida como problema y hay cada vez más esfuerzos por solucionarla; pero queda mucho por hacer. Es decir, que habría que hacer mucho más y estructurar más la colaboración con la actividad profesional, uno de cuyos vehículos, el más importante, es el Colegio profesional.
-Hablemos de los nuevos planes de estudio. En ¿qué momento está la elaboración de directrices?
-Pues en estos momentos, aunque sin confirmación oficial, pero sí oficiosamente, hay la impresión que las carreras van a tener cuatro años. En esta Universidad se está viviendo, como en otras, una posible decisión con bastante virulencia: hay una oposición fuerte, por ejemplo, en Biológica, a que sean cuatro años por parte de los estudiantes, profesores y por parte incluso de algunas autoridades académicas; concretamente, hablo de los decanos de Ciencias Biológicas.
Es un tema que corresponde a una decisión política que hay que tomar.
En Psicología a mí me da la impresión, por reuniones que hemos tenido de decanos, que la opinión está un poco dividida. No hay una posición muy firme ni a favor de los cuatro o cinco años. Si el Consejo de Universidades opta realmente por un modelo de cuatro años, supongo que la ponencia de síntesis se podría publicar en el «Boletín Oficial» en septiembre aproximadamente. Como es sabido, dicha Ponencia incluye las materias llamadas troncales, es decir, las materias obligatorias que tienen que tener todos los planes de estudio de Psicología en esos cuatro años y a partir de ese momento, pues ya las Facultades tendríamos que empezar a hacer nuestros planes de estudio yo diría que cuanto antes.
En esta Facultad queremos empezar a hacerlo cuanto antes porque carecemos de especializaciones.
Por otro lado, creo que la elaboración de los Planes de Estudio es muy urgente porque es necesario clarificar cuanto antes la oferta de estudios que quieren y pueden hacer las Facultades. En este sentido conviene no olvidar que cuando hablamos de Planes de Estudio no hablamos sólo de la Licenciatura en Psicología, sino también de otras titulaciones como Logopedia, Terapia Ocupacional o incluso los futuros títulos para la Formación de Profesores de Enseñanza Secundaria que también afectan a Psicología. Por ejemplo, en esta Facultad tenemos unos estudios postgraduados de dos años en Logopedia y un Máster en Fundamentos Psicológicos de la Educación, y estamos pensando en ampliar a otros estudios también de Máster, posiblemente en Gerontología Social o en Psicología del Deporte. Pero todo ello se debe estructurar con respecto a los nuevos Planes de Estudio.
-Y estos Planes de Estudio, ¿de cuatro, o de cinco años?
-Tengo un moderado escepticismo acerca de que cambiar en el «Boletín Oficial» sea cambiar la realidad. Y creo que todo depende de los medios con los que se haga. Ciertamente una opción de cinco años podría ofrecer una preparación más compacta, más densa y una opción de cuatro años si luego se complementa con unos Máster bien estructurados y bien organizados, pues también podría ofrecer otra opción seria; o sea, todo depende de los medios con los que se dote a las Universidades públicas.
En cualquier caso, la crítica fundamental que se ha hecho a la opción de los cuatro años, si luego va a haber Másters que van a suponer una privatización de las Universidades Públicas, yo ahí no sería tan corto de miras; es decir, que en estos momentos la Universidad Pública oferte Masters que cuesten, pongamos por caso, 200.000 pesetas, a mí no me parece que sea para rasgarse las vestiduras, ni que lección brutal en función del origen económico. Lo que no va a parar es la oferta privada, y la oferta privada ya está haciendo mucho daño a la Universidad: es decir, hay en este momento muchas ofertas privadas que no tienen calidad suficiente y que le están robando protagonismo a la Universidad pública, sencillamente porque la Universidad pública no puede hacer esas ofertas porque su organización es más lenta y sigue pendiente de reformas como la de los Planes de Estudio. La Universidad pública tiene que ser competitiva. Lo que tampoco me parecería de recibo sería no dotar suficientemente a las Facultades, a la Universidad pública, para que esa formación de cuatro años sea buena pensando que aunque esa formación suficientes, luego se va a compensar con una formación muy cara y selectiva; en fin, o sea, que todo depende de cómo se haga, como otras tantas cosas...
-¿Nos había de otros aspectos de la Facultad. de la calidad de la enseñanza, de la investigación?
-En cuanto a otros aspectos la Facultad, la docencia, la calidad de la enseñanza, la investigación que se hace, a mi me parece que han mejorado muchísimo en los últimos años, han experimentado un cambio yo diría que vertiginoso. La expectativa de incorporarnos al nuevo edificio en los próximos meses pienso que puede mejorar todavía más, en general, la actividad diaria.
Creo que ya la situación actual de esta Facultad es excelente en lo que se refiere a investigación y producción científica en general. De hecho, hay dos revistas importantes, «Evaluación Científica» y la «Revista de Psicología Social», de difusión internacional, que editan profesores de esta casa y en los últimos años han mejorado notablemente los contactos y colaboraciones con centros extranjeros, lo cual me parece fundamental para situar a la Psicología española en un contexto internacional. Por ejemplo, el próximo mes de septiembre celebramos en nuestra Facultad la Tercera Conferencia Europea sobre Aprendizaje e Instrucción.
-¿Y cuáles son los problemas fundamentales de la Facultad?
-Los problemas fundamentales de esta Facultad se resolverían en gran parte si se consiguiera una mayor cantidad de profesorado; me parece que es un problema común a otras Facultades. Otro objetivo sería seleccionar un tipo de especialización o varias especializaciones en las cuales esta Facultad hiciera la oferta de estudios competitiva. Yo creo que lo sensato en el futuro no es que todas las Facultades enseñen de todo, sino que se especialicen en unos campos u otros. En ese sentido es en el que los nuevos planes de estudio -que todos estamos esperando como «agua de mayo» de una vez por todas- puedan empezar a hacerse cuanto antes, porque me parece que son absolutamente necesarios.
-En pocas palabras, ¿qué juicio dar a la aplicación de la Ley de Reforma Universitaria?
-Yo creo que la aplicación de la LRU en estos últimos años ha sido beneficiosa para la Universidad, aunque todavía quedan muchos problemas por resolver. Algunos de ellos están relacionados con la propia estructura de la Universidad. Por ejemplo, en la LRU hay ambigüedad con respecto a la relación que deben tener las áreas y los departamentos, así como entre los departamentos y las Facultades. Sin embargo, estos problemas se irán resolviendo con el tiempo y con el funcionamiento progresivo de las distintas Universidades según sus propios estatutos. No obstante, creo que la separación que se ha establecido entre las distintas áreas de conocimiento en Psicología es demasiado rígida. Yo espero que en la propuesta final del Plan de Estudios de Psicología haya más materias que puedan ser impartidas por varias áreas de conocimiento.
En cualquier caso, en estos tiempos de frecuentes reformas, las Facultades de Psicología estamos a veces demasiado centradas en nuestros propios problemas y demasiado a la expectativa de las reformas globales. Creo que sería necesaria mayor coordinación entre nosotros y con el Colegio profesional para plantearnos, por ejemplo, qué modelo de formación nos interesa a cada centro. ¿Es sensato que sigamos admitiendo tantos miles de alumnos en los primeros cursos? ¿No deberíamos darle a los últimos cursos un sentido más práctico, poniendo en marcha organizaciones docentes más imaginativas? ¿No deberíamos apoyar unas especializaciones frente a otras en función de nuestros recursos? Creo que es hora de plantearse muy en serio todas estas preguntas, que requieren soluciones arriesgadas y complicadas, pero que merecería la pena llevarlas a cabo porque creo que la Psicología española ha alcanzado madurez suficiente para ello.
BIOGRAFÍA
Mario Carretero, decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma, nació en Tetuán en 1963. Se licenció en Psicología en la misma Universidad Autónoma de la que ahora es decano. Posteriormente pasó estancias en la York University de Toronto y en el Teachers College de la Columbia University de Nueva York. Su actividad docente comienza en el mismo 1975 como profesor contratado y profesor ayudante de la Universidad Complutense de Madrid; desde 1979 ocupa plaza de profesor adjunto interino de la Universidad Autónoma de Madrid; luego -desde 1983- es profesor titular de Psicología evolutiva, catedrático de Psicología cognitiva -desde 1986- y director del Departamento de Psicología Básica, Social y Metodología. En 1988 resulta elegido decano de la Facultad. Su nombre figura en los créditos de tres libros: Psicología evolutiva -junto a A. Marchesi y J. Palacios-, Lecturas de Psicología del pensamiento -junto a J.A. García Madruga- y La enseñanza de las Ciencias Sociales.