Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (44-45).

Colegio Oficial de Psicólogos

El decano del Colegio Oficial de Psicólogos ha sido un personaje clave en la concepción y organización del II Congreso Nacional de Psicología celebrado el pasado mes de abril. En esta entrevista comenta su visión del mismo, los éxitos y dificultades de un Congreso que, como él dice, «pasarán muchos años antes de que sea mejorado».

- Teníamos tres grandes objetivos. En primer lugar, un objetivo interno y esencial que era vincular más el mundo académico, universitario, al mundo profesional. El segundo gran objetivo era que, en un momento en que la incorporación de España al Mercado Común plantea interrogantes en todas las áreas de la vida social, analizaremos en qué medida la Psicología española era similar o se diferenciaba respecto de las líneas y enfoques predominantes en Europa en el campo de la Psicología. Por último, había un tercer objetivo que era, evidentemente, facilitar un marco de contraste de experiencias, dado que la Psicología ha tenido un gran desarrollo en los últimos años y era importante tener una visión de conjunto de lo que es ahora mismo en España. Facilitar, por tanto, que los profesionales que ya están inmersos en un ámbito de intervención pudieran tener una visión de conjunto de lo que es la Psicología española en todos sus frentes. Así, había un planteamiento de hacer una panorámica exhaustiva y general de la Psicología en estos momentos en España. Estos podrían ser los tres grandes ejes del Congreso.

- Evidentemente no era un Congreso internacional, sino español. La posibilidad de lograr ese objetivo se enfocó mediante la organización del Congreso. Cada una de las áreas en que estaba organizado éste comenzaba con unas ponencias de síntesis que pretendían dar una panorámica de cómo estaba esa especialidad, esa área, en España. A su vez, un invitado europeo presentaba esa visión de conjunto en relación a Europa. En algunos temas especiales había también invitados para dar conferencias. Esa era la manera que consideramos idónea para alcanzar esa meta, y creo que se ha conseguido razonablemente.

- Hay que tener en cuenta que éste ha sido el segundo Congreso nacional que el Colegio organiza en sus 10 años de existencia, y que se ha hecho seis años después del primero, que se celebró en mayo de 1984. Invito a cualquier estudiante, profesional o profesor a comparar ambos programas. Por una parte, en cuanto a la diversidad de los temas tocados; el primer Congreso estaba organizado en cinco áreas, Psicología y Profesión, Psicología y Salud, Psicología y Educación, Psicología, Sociedad y Calidad de Vida y Psicología del Trabajo y de las Organizaciones.

Este año se ha organizado en doce áreas, es decir, siete más que en el primer Congreso, y el área de salud ha habido que dividirla además en dos áreas: Psicología Clínica y Psicología de la Salud, ambas inmensas en cuanto a volumen de comunicaciones presentadas.

Se han incorporado otras áreas además que hasta ahora no habían tenido un tratamiento especializado, como Psicología y Seguridad Vial, Psicología Jurídica o Psicología y Fuerzas Armadas y Psicología de la Actividad Física y el Deporte.

Por otra parte, el Congreso de 1984 tuvo un enfoque eminentemente profesional, mientras que en este segundo Congreso ha pretendido incorporar también áreas típicamente del mundo académico. De manera que en las áreas anteriormente mencionadas hay planteamientos y enfoques de aplicación profesional y otros procedentes de la investigación, pero ha habido áreas de evidente carácter universitario; por ejemplo, el área de Psicología Teórica, donde se han incorporado aspectos de metodología, Psicología básica, y Psicobiología al área de Diagnóstico y evaluación psicológica.

Es decir, que con este enfoque se han incorporado al Congreso, por una parte, componentes específicamente procedentes del mundo universitario; y por otra, hemos incluido áreas aplicadas que en 1984 no tuvieron una identidad propia, como las antes señaladas.

Desde este punto de vista yo creo que está más que logrado el objetivo de ofrecer una panorámica representativa de lo que es la actividad psicológica tanto académica como profesional en España.

Creo que hemos conseguido además otra meta importante, que es solucionar el hecho de que algunos profesionales no hayan podido asistir materialmente al Congreso, que no se benefician del aporte de conocimientos y experiencia del mismo. Ha habido un enorme esfuerzo editor para que el conjunto de intervenciones, ponencias y, especialmente, comunicaciones, se publicaran, y que de esta manera los no asistentes tengan acceso al contenido de las informaciones emitidas en el Congreso, comprando los volúmenes. Creo que es importante, pues se trata del análisis más exhaustivo de la Psicología española hecho hasta el momento.

- La aplicación de la Psicología tiene una gran versatilidad, porque allí donde está el ser humano interactuando, cabe la posibilidad de una intervención profesional de la Psicología. Desde esa perspectiva, nuestro esfuerzo se ha dirigido precisamente a diversificar las estrategias de incorporación de la Psicología a todos los ámbitos. Y precisamente el Congreso, con esa amplitud de áreas, ha demostrado que estas expectativas se van cumpliendo y ha ratificado la estrategia del Colegio. Así que nuestro enfoque va a seguir en esa línea.

- El debate sobre colegio profesional u otro modelo de asociación es un falso debate. Lo importante es ver qué modelos organizativos hay y cuáles son sus competencias. Hay algunas sociedades, como la británica, que sin tener el rótulo de colegios tienen más competencia en términos reales que un colegio profesional. Desde ese punto de vista, la Constitución española legaliza y otorga competencias a los colegios profesionales, y a nosotros nos parece un modelo idóneo, que además es el mismo que siguen todos los profesionales en el Estado. Sin embargo, el modelo organizativo nunca es un fin, sino un instrumento; lo importante no es si queremos uno u otro modelo, sino para qué queremos éste, cualquiera que sea. Ese es el debate, si el modelo, sea cuál sea, nos sirve para consolidar la profesión y para representarla ante nuestros interlocutores: la sociedad, Administraciones, colectivos.

- Aunque considero que no debemos depender de otros para lograr nuestros objetivos, siempre es de agradecer algún apoyo, sobre todo cuando se requiere un esfuerzo tan enorme como el que hemos tenido que hacer en este Congreso. Así que tenemos que reconocer que el apoyo obtenido no ha resultado muy grande. El Congreso ha sido, según tengo entendido, el más importante realizado hasta la fecha en Valencia, así que era de esperar una ayuda significativa por parte de las autoridades locales y autonómicas. A escala nacional el apoyo económico tampoco ha sido muy grande. Es decir, que lo hemos hecho todo nosotros con ayudas muy escasas.

- Hay que diferenciar. De la Universidad y Facultad de Psicología, el apoyo ha sido total. Hay que decir que sin la cesión gratuita de los locales de la Facultad, no hubiera sido posible la realización del Congreso en Valencia, ya que no existen locales idóneos para un Congreso de este volumen.

La Comunidad Autónoma nos ha defraudado, ya que había indicios, tanto de apoyo económico como de respaldo, estando confirmado ya que el presidente de la Generalitat iba a clausurar el Congreso. En el último minuto no apareció, delegando su representación no ya en un consejero, sino en un director general, y las subvenciones de momento no han llegado.

Pero lo que ha sido inconcebible es la actitud del Ayuntamiento de Valencia. A pesar de ser el mayor Congreso hecho hasta la fecha en Valencia, el tratamiento dado por el Ayuntamiento ha sido lamentable. En primer lugar dado que nos era necesario el Palau de la Música para los actos plenarios (conferencias, ponencias), que depende del Ayuntamiento, quisimos contratarlos. Pues bien, mientras hacían una campaña de prensa costosísima promocionando el Palau como espacio de Congresos, a nosotros nos estuvieron mareando, con informaciones contradictorias y confusas, de manera que hasta fines de febrero no tuvimos el contrato, y eso haciéndonos pagar el salón principal a tiempo completo, cuando sólo nos dejaban utilizarlo media jornada.

En segundo lugar, la no presencia en la inauguración de ningún representante, y una representación de bajo nivel (concejal), en la clausura. La no organización de un cocktail de acogida y el hecho de que ni siquiera nos dieron planos y folletos turísticos.

En resumen, hay que advertir a los organizadores de Congresos del mal trato que dispensan las autoridades autonómicas y municipales valencianas, comparado con el de otros municipios y autonomías.

- Por ejemplo, el escándalo, que ha tenido un eco publicitario muy grande, vinculado con los famosos vídeos de educación sexual, que presentaba un compañero procedente de Navarra. Coincidió que teníamos un stand comercializando esos vídeos con el hecho de que en un centro escolar de Canarias ha habido una acusación de corrupción por la utilización de este tipo de vídeos. Así que en un momento dado, y según lo que recogía la prensa, parecía que el Congreso de Psicología estaba volcado en el problema de estos vídeos y se identificaba el Congreso con este tema.

Hubo también un malentendido a partir de unas presuntas declaraciones mías, por las cuales parecía que el Congreso se posicionaba sobre el problema del desempleo en España.

- Sí, el Congreso ha estado bastante bien reflejado en los medios de comunicación, especialmente en los de Valencia, aunque también es cierto que algunas de las anécdotas que acabamos de comentar estuvieron motivadas también por malentendidos de estos medios.

- La matriculación ha estado por debajo de lo que nosotros esperábamos. Teniendo en cuenta que en 1984 habíamos tenido una asistencia de unas 1.500 personas, y contando con que entre el Colegio Estatal y el de Cataluña agrupamos a unos 23.000 colegiados, más los 40.000 estudiantes que hay en todo el país, teníamos expectativas de que pudieran asistir al Congreso de Valencia 3.000 psicólogos. Al final la cifra de inscritos ha estado en torno a los 2.000, con lo cual el Congreso va a ser, probablemente, la primera actividad organizada por el Colegio que va a tener un cierto déficit, aún no cuantificado.

- Creo que no es explicable en términos de oferta, pues difícilmente podía haber una oferta mejor en cuanto al programa, más amplia y de más calidad. Quizá no hemos sabido valorar bien el efecto que tiene sacar este tipo de actividades fuera de Madrid, ya que los costes para los asistentes se incrementan. Hay que tener en cuenta, además, que en Madrid hay 7.000 colegiados, mientras que en Valencia hay 2.000.

Por otro lado, ha habido también la dificultad de trabajar con dos secretarías; una organizativa, en Valencia, y otra científica, en Madrid. Aunque quiero agradecer públicamente su trabajo a estas dos Delegaciones, sin cuya ayuda no se hubiera podido realizar el Congreso. Asimismo, hay que recordar la labor realizada por el Comité Científico y por los Comités Técnicos de cada una de las áreas, que han hecho posible el que el Congreso tuviera una calidad que tardará muchos años en mejorarse. Finalmente citar a la Facultad de Psicología de Valencia, que nos cedió sus aulas, y sin cuya ayuda no hubiera sido posible el Congreso. Con nombre propio hay que señalar a Luis Montoro, por su doble papel de decano de la Facultad de Psicología de Valencia y de coordinador del área de Psicología y Seguridad Vial; a Carmen Menéndez, responsable del Departamento de Formación de la Del. de Madrid, y cuyo papel como secretaria del Comité Científico y responsable de coordinar la edición de los 12 volúmenes y el programa ha sido heroica, y a Joan Huerta, vicedecano y presidente de la Junta Rectora de Valencia, que desarrolló una actividad infatigable en la organización del Congreso.

Por último, los estudiantes de la Asociación de Alumnos de la Facultad hicieron una labor magnífica en la Secretaría de Organización e Inscripciones durante los días del Congreso.

- Sin duda. Para todos los que estuvimos presentes en la clausura, será imborrable la emoción que sentimos cuando tras la lectura por mí del nombramiento como miembros de honor del COP de los ilustres profesores Pinillos, Siguán y Yela, éstos subieron al estrado, y el público, en pie, les ovacionó durante largos minutos, como reconocimiento público de lo mucho que les debemos.