Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (46-47).
MARTIN J. LEE.
Director del Instituto para el Estudio de la Participación de los niños en el deporte. Universidad de Bedford para la Educación Universitaria
El interés sobre las normas de conducta ya sea e la sociedad o en el deporte se repite con gran regularidad. El mismo está asociado a las expresiones de perplejidad al observar el desprecio a las normas y al interés creciente por los programas deportivos de los jóvenes que ponen énfasis en el triunfo y prestan sólo escasa atención al disfrute y al juego limpio en el deporte. Tales puntos de vista han inducido a centrar la atención sobre los programas deportivos orientados hacia los niños que establecen códigos precisos de comportamiento para promocionar los valores y las actitudes a favor de la sociedad. En este trabajo trataré primeramente de definir la importancia del problema, su historia y sus orígenes filosóficos; en segundo lugar, abordar algunos fundamentos psicológicos importantes en relación con el juego limpio; en tercer lugar, resumir los resultados de las investigaciones más importantes; y, finalmente, destacar las tendencias actuales en la investigación europea en este campo. Mi intervención no versará sobre cómo hacer trampas, sino, más bien, tendrá un enfoque positivo y tratará el asunto del juego limpio.
En Gran Bretaña, y supongo que en la mayor parte de Europa, el actual debate sobre el deporte se ha centrado en problemas asociados con el deporte de invierno de carácter nacional, el fútbol; particularmente, el juego sucio, la violencia y el gamberrismo. Sin embargo, existen casos comunes, que cada día van en aumento con el fin de conseguir resultados injustos en otros deportes. La utilización de drogas para obtener el éxito atlético se ha convertido en el problema fundamental en el deporte internacional, particularmente en atletismo (campo y pista); la Copa de América se ha decidido después de una serie de intervenciones ante los tribunales de justicia; y en el caso de la falsa medalla de bronce de Evagelisti en el campeonato mundial de atletismo celebrado en Roma se destaca el fraude institucionalizado.
A pesar de la identificación de temas y declaraciones de preocupación entre el público, en los medios de comunicación, y entre aquéllos relacionados con el deporte infantil, la creencia es que las normas de conducta continúan deteriorándose. Esto da origen a un número de preguntas oportunas:
a) ¿Cuál es el alcance del problema?
b) ¿Cuáles son las causas?
c) ¿Cuáles son los mecanismos psicológicos involucrados?
d) ¿Qué puede hacerse sobre el mismo?
e) ¿Cuáles son los efectos sobre los jóvenes?
Estoy muy interesado in la última pregunta ya que me parece que cualquier actividad realizada durante los años de formación tiene un impacto educacional. El deporte es una de las muchas influencias sobre la influencia sobre la juventud, pero para muchos es el más importante aparte del colegio. Por lo tanto, es fundamental que aquellos responsables del mismo comprendan los efectos que las experiencias deportivas pueden tener.
La importancia de campo de acción
En mi opinión existen dos preguntas importantes que plantear sobre el papel que juega el deporte en los niños:
a) ¿Para quién se organizan los Deportes juveniles?
b) ¿Cuál es su futuro?
¿En el primer caso se lleva a cabo para asegurar el futuro de los equipos nacionales y para proporcionar el suministro de aspirantes olímpicos? ¿para proporcionar empleo a los administradores del deporte de aficionados? ¿para proporcionar a los entrenadores y a los padres la oportunidad de revivir. sueños no realizados? ¿o se trata de proporcionar experiencias de aprendizaje útiles para los participantes? En. mi opinión no hay otra respuesta que la última los niños deben ser los primeros.
En el segundo caso, la continua experiencia en el deporte como una actividad social, recreativa y educacional puede estar amenazada por la influencia de intereses comerciales. La utilización de deporte como un medio de promoción de ventas en las décadas recientes ha creado al patrocinador, el cual tiene acceso hasta los niveles del deporte juvenil, y trae con su presión financiera el deseo del éxito. Esto significa una tendencia inevitable hacia una actividad orientada de logros limitados en donde solamente unos pocos pueden alcanzar el éxito. Por este motivo, el disfrute de la participación se perderá y más niños dejarán el deporte a una edad más temprana.
Fundamentos
Historia
Vamos a enfocar nuestra atención brevemente sobre el punto de vista histórico del deporte en la sociedad, El punto de vista tradicional de que el deporte «hace el carácter» se mantuvo por los griegos antiguos y el mismo fue un principio fundamental de la educación de la clase media inglesa en el siglo XIX estando este concepto asociado con el culto al «cristianismo muscular». De esta manera, los valores expresados por el idel heroico del deporte pertenecieron a una clase social particular (Hemming, 1972). A medida que las oportunidades en el deporte se han convertido en una práctica común formó parte de los valores culturales de una clase diferente. Seppanen (1988) argumentó que los valores implícitos en el deporte son los valores de los grupos sociales de los participantes y están esencialmente basados en la clase a que pertenecen. De este modo, los valores de los «cristianos musculares» pueden diferir de aquellos de la clase trabajadora de los europeos contemporáneos o de la sociedad americana contemporánea (Critcher, 1971, Eitzen, 1979).
Más recientemente el deporte se ha convertido en un ingrediente fundamental de la industria del entretenimiento y, por este motivo, ya sea el deporte o los atletas en sí mismos son fácilmente explotados por los intereses comerciales (McPhail, 1982; Midwinter, 1986). Con la aparición de importantes patrocinadores y con el aumento del dinero para los premios en todos los niveles del deporte, los premios por los éxitos en competición y las presiones externas para obtenerlos han aumentado. De este modo, se ha alentado a los niños desde su corta edad para que miren el deporte como una posible profesión antes de que realmente hayan tenido el placer de practicarlo por el mero hecho de gustarle.
Filosofía
Juego limpio
Cualquier examen de la conducta y actitudes en el deporte señala el papel fundamental del concepto que se tiene sobre el «juego limpio» como guía para los juicios sobre lo que es correcto e incorrecto.
Ha surgido un marco útil para describir la naturaleza esencial del juego limpio a partir del concepto de justicia y de imparcialidad de donde se derivan dos conceptos, el de libertad y el de igualdad, Rawls (1972), Arnold (1986) consideran que la libertad puede estar representada por el derecho a escoger o rechazar un deporte en particular; seleccionar la posibilidad de jugar conlleva estar de acuerdo, o el deber de cumplir con los reglamentos de la competición. La igualdad se encuentra en el conocimiento de las reglas de un deporte aplicadas imparcialmente a todos los participantes de manera que no se pueda obtener una ventaja injusta sobre el otro.
En un análisis más amplio del juego limpio Fraleigh (1984) propone una serie de líneas generales para lograr una conducta adecuada en el deporte. Como principio básico se considera que las reglas morales, que tienen una dimensión interpersonal, son superiores a las reglas de interés propio. Quizá aquí está la raíz del dilema debido a que el deporte de competición, particularmente a niveles de elite es esencialmente una actividad en interés propio. Esta tensión parece que se origina en el interés actual del juego limpio en el deporte. Este valor implícito entre en conflicto con las fuerzas promotores del deporte juvenil que deben examinar sus motivo y especificar lo que consideran más adecuado.
El deporte y el desarrollo moral
El dilema se hace particularmente más importante cuando se considera el desarrollo moral, ya que las teorías relacionadas con el desarrollo moral proponen que a medida que los niños desarrollan un sentido de juicio moral, se hacen progresivamente más capaces para tomar decisiones morales basadas en el establecimiento de reglas universales de conducta más bien que sobre la base de coacción o en interés propio.
Se han identificado tres puntos de vista a favor de la relación entre el deporte competitivo, la participación y el desarrollo moral (Arnold, 1986). El punto de vista positivo se basa en que existe una influencia positiva clara, pero no comprobada de la participación en el deporte y la toma de decisión moral. El punto de vista neutral radica en que el deporte es una forma completa de actividad humana limitada por el tiempo y el espacio el cual existe dentro de un vacío moral. El punto de vista negativo se basa en que la participación en el deporte está asociada con la depreciación de los valores sociales y morales. En la actualidad parece más evidente apoyar el último punto de vista. El programa de investigación más amplio en este tema se ha realizado por Brenda Bredemeier en la Universidad de California. Más adelante describiré algunos de sus resultados.
Puntos fundamentales
Me gustaría dedicar unos pocos minutos a los aspectos teóricos y operacionales de lo que en mi opinión son dos áreas fundamentales en este campo: los valores y el desarrollo moral.
Valores
El concepto de los valores pone en gran relieve la importancia relativa de los motivos en conflicto que guían la conducta en la vida, y también en el deporte. Rokeach (1973) proporciona una valiosa definición de los valores como:
... una creencia permanente de que un modo de conducta específico o de finalidad de la existencia tiene preferencia sobre un modo de conducta o de finalidad de la existencia opuesta o inversa. Un sistema de valores, una organización permanente de creencias relativas a los modos de conducta o de finalidad de la existencia a lo largo de un continuo (matemático) de relativa importancia (Rokeach, 1973, p. 5).
Este concepto de los valores es útil debido a que refleja los motivos, valores presentes como cualidades relativamente permanentes, y que pueden generalizarse en distintas situaciones, y como medio de destacar las actitudes y conductas (Rokeach, 1973). Así identificando los valores dominantes nos permite en lo posible hacer un análisis de aplicación más general considerando las conductas o actitudes que son más específicas.
El modelo de Rokeach de la estructura de los valores distingue los valores instrumentales (modos de conducta) y los valores terminales (finalidad de la existencia). La distinción clarifica la naturaleza del conflicto entre los modos de conducta alternativos en el deporte. Los valores instrumentales y terminales pueden tener dimensiones interpersonales o intrapersonales. Esto da por resultado cuatro tipos de valores. Los valores terminales pueden ser sociales o personales; los valores instrumentales pueden ser morales o de competencia (ver tabla 1) problema que definitivamente confronta el deporte es el conflicto entre los valores instrumentales para la demostración de competencia personal en contraposición a la conducta moral.
El Estudio sobre los Valores de Rokeach (RVS) consiste en dos conjuntos de palabras o frases de estímulo, de valores instrumentales y terminales. Se requiere que los sujetos los clasifiquen de acuerdo a su importancia como gula principal en sus vidas. Mientras otros han criticado este instrumento sobre la base de su validez (por ejemplo, Braithwaite, 1982; Mueller, 1974) y la falta de independencia debida al procedimiento de clasificación (por ejemplo, Schwartz & Bilsky, 1987), éste ha sido el instrumento dominante en la investigación de los valores en las últimas dos décadas habiéndose recomendado como fundamento para la investigación en el deporte (Wandzilack, 1985).
TABLA 1: DOS CLASIFICACIONES DIMENSIONALES DE LOS VALORES (ADAPTACIÓN DEL TRABAJO DE ROKEACH, 1973) |
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Interpersonal Intrapersonal |
Terminal Social Personal |
Instrumental Moral Competencia |
Se han presentado dos importantes proposiciones para mejorar el RVS (Braithwaite & Laws, 1985; Schwartz & Bilsky, 1987). Ambos estudios han apoyado las características esenciales del RVS; es decir, que la distinción entre los valores terminales e instrumentales es válida y provechosa, y que la distinción personal-interpersonal tiene importancia significativa y que los valores que forman las palabras o frases de estímulo son bastante representativas de los valores que mantienen las personas.
Estos dos estudios sugieren tres ventajas fundamentales en la determinación de los valores. Primero, los valores sobresalientes deberán ser identificados entrevistando a los miembros de la población objeto del estudio. Segundo, los rangos de los valores son probablemente más significativos que la simple jerarquía de los valores por sí solos. Tercero los métodos alternativos de puntuación pueden establecerse para que satisfagan las críticas que frecuentemente se hacen.
Schwartz y Bilsky (1987) realizaron un examen riguroso de la estructura del RVS a partir de los principios establecidos a priori. Aún más importante fue que encontraron que cuando se representaba gráficamente comparando en el espacio psicológico los rangos de conceptos opuestos, éstos se propagaban en distintas direcciones a partir de un origen común. Un diagrama simplificado de dicha representación gráfica (figura 1) demuestra que el rango para el logro del éxito está en contraposición con el rango en favor de lo social.
FIGURA 1: VALORES DE LOS RANGOS ENTRE LOS ESTUDIANTES ALEMANES |
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Conformidad (Adaptado de Schwartz & Bilky, 1987) |
Seguridad
Disfrute
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En favor social |
Esto es particularmente adecuado en el mundo del deporte, ya que el mismo está cada vez más interesado en el logro del éxito y en el establecimiento de la superioridad; dar prioridad a un comportamiento en favor de lo social puede impedir niveles altos de éxito en situaciones comparativas para la obtención de los logros deportivos. Si las motivaciones para el logro del éxito y en favor de lo social son incompatibles mutuamente, entonces es poco realista aceptar que los atletas en la alta competición sean altruistas. Pero hay casos en los que la reputación contradice esta predicción, por ejemplo, Stefan Edberg y Gary Lineker, que dan a entender que no es necesario estar totalmente centrado en sí mismos para tener éxito en el deporte.
Desarrollo moral
Permítame ahora fijar la atención en el desarrollo moral. El desarrollo moral se refiere a los cambios en la moral de los procesos de toma de decisión los cuales se cree que ocurran en secuencia. Dos perspectivas importantes se han evidenciado durante el siglo XX: (a) La interiorización y (b) el desarrollo estructural. El primero propone que el desarrollo moral es un proceso de aprendizaje de conducta socialmente beneficiosa a través de la interiorización de los valores. El segundo punto de vista es que el desarrollo moral resulta de la interacción entre las experiencias medioambientales de la realidad social y la organización fenomenológica del individuo con la experiencia de acuerdo con patrones coherentes (Bredemeier & Shields, 1987).
Kohlberg adoptó un enfoque estructural del desarrollo para el examen de los juicios morales. Se concentró en las relaciones entre las ideas del pensamiento de un individuo y asumió que los humanos construían un mundo para ellos por el procedimiento de involucrar el pensamiento y la acción dentro del mismo (Colby & Kohlberg, 1987). Como resultado de esta investigación propuso que las personas progresan a partir de una visión esencialmente egocéntrico de la moralidad (nivel pre-convencional), a través de una etapa de moralidad determinada por la sociedad (nivel convencional), y finalmente a un nivel de juicio racional de lo correcto y lo incorrecto (nivel post-convencional). Dentro de cada nivel Kohlberg identifica dos sub-fases que describen distintas orientaciones cognoscitivas. En el primero, Tipo A, las personas tienden a utilizar criterios de rendimientos normativos y consecuencias de acciones de conducta al realizar sus decisiones. En el segundo, Tipo B, se pone más atención en las demandas de justicia y en las orientaciones propias de los ideales. Bredemeier y Shields (1984a) utiliza esta estructura para explicar la razón por la cual los atletas hacen juicios menos maduros sobre el comportamiento deportivo que en la vida diaria.
Aunque el trabajo de Kohlberg se ha basado en la teoría del desarrollo cognoscitivo ha sido ampliamente criticado. En particular Haan (1978) considera que a los dilemas planteados les falta realismo, y que las decisiones morales más generalmente resultan de una serie de negociaciones entre los participantes que intervienen en una situación. En un modelo menos determinista Haan considera que el desarrollo moral depende de los fundamentos básicos del equilibrio moral, del diálogo moral y de los niveles morales. El equilibrio moral se produce cuando las partes que intervienen en una relación acuerdan sus derechos y deberes relativos; cuando éste no es el caso, entonces ellos entablan una negociación para restablecer el equilibrio. En el deporte un equilibrio moral puede decirse que existe cuando los participantes acuerdan actuar dentro del reglamento de la actividad y respetar los controles normativos basándose en acuerdos informales dentro de la actividad. Cuando esto no se produce entonces el evento puede detenerse hasta que se haya alcanzado algún acuerdo, o pueden existir intentos de restaurar el equilibrio por la parte perjudicada, por ejemplo, con la revancha.
Ha atraído mi atención, un excelente ejemplo de lo anterior. En un colegio de enseñanza media (rango de edad entre 8 y 12 años) en el norte de Inglaterra, los alumnos decidieron racionalizar los partidos informales de fútbol durante los descansos. Organizaron sus propios equipos, establecieron una lista para fijar los marcajes, y otorgaron puntos y penalizaciones por las violaciones. Aún más interesante, equilibraron los equipos tanto como les fue posible, y alentaron la igualdad jugando a la defensiva con los equipos más fuertes. Los chicos establecieron un procedimiento para ocuparse de las faltas, de los ofensores que reincidían, y del control de la liga; todo esto sin ayuda de ningún adulto.
Finalmente, Haan ha identificado cinco niveles de equilibrio dentro de tres fases. En la primera fase, la asimilación, el énfasis está hecho sobre intereses egocéntricos; en la segunda, la acomodación, las personas reconocen los intereses de otros e intentan alcanzar un equilibrio el cual los incluya a ellos; en la tercera fase, de equilibrio, las partes buscan optimizar los intereses de todos los participantes al reconocer los valores y necesidades de los interesados.
En ambos casos, aunque el proceso teórico difiere en ambos autores, este identifica una progresión a partir de juicios egocéntricos que pasan a través de juicios centrados en favor de lo social hasta los principios de justicia.
Investigación
Existe un número de estudios en la última década que ha investigado distintos aspectos del juego limpio tales como las actitudes profesionales de los participantes en los deportes juveniles, actitudes del espectador en el deporte, transmisión de los valores, actitudes de los entrenadores y los padres, aceptación de la violación del reglamento, y aplicación de programas que promueven el desarrollo moral en la educación física. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han realizado en América del Norte y pocos representan los resultados de un programa coordinado realizado sobre bases conceptuales sólidas.
Conducta
Recientemente realicé una amplia revisión de la literatura existente en el idioma inglés sobre el juego limpio en el deporte juventud para el Consejo Deportivo (Lee & Cook, 1989). El resultado más notable fue la comprobación de la inexistencia de estudios que se hayan realizado para establecer el alcance del juego sucio y otras formas de conducta no deseable en los deportes juveniles. La mayoría de las investigaciones empíricas se han dirigido hacia la identificación de las actitudes en los niños y a la identificación de procesos de razonamiento moral en el deporte. En menor medida, se ha considerado el tema de los valores, pero sin el beneficio de una base conceptual cuidadosamente desarrollada. Hay que destacar que no conocemos realmente el alcance del problema del comportamiento en el deporte juvenil.
Actitudes
La cuestión de la actitud tiene el mayor interés cuando se estudia el juego limpio, verdaderamente el juego limpio puede hacerse evidente con facilidad estudiando las actitudes en lugar de simplemente la conducta debido a la facilidad de la recogida de datos. Sin embargo, los investigadores que proceden de esta manera, deben reconocer la posible discrepancia entre las actitudes y el comportamiento; particularmente en un campo donde pueden estar implícitas evaluaciones negativas de los sujetos e inducir a respuestas de provecho social, En nuestra revisión tratamos de identificar los resultados más importantes de las actitudes entre los jugadores, padres y entrenadores.
Participantes
La investigación de las actitudes de los participantes dirigidas al juego limpio, en contraposición a la agresión, se ha realizado de forma típica por medio de muestreos realizados dentro de la juventud. Varios investigadores han utilizado una escala diseñada por Webb (1969) que pide a los sujetos clasificar por orden de importancia el jugar bien, el triunfo y el juego limpio dentro del partido. La amplitud con que los jugadores expresan una preferencia por el triunfo sobre las otras alternativas se toma para representar una actitud profesional en el evento, Sin embargo, ya que la medida requiere juicios acerca de los modos de conducta satisfactorios, es más exacto considerar que ésta mide realmente la estructura de los valores en el caso de los deportes. Varios estudios que han utilizado este instrumento han producido las siguientes conclusiones generales:
a) El compromiso exagerado de obtener el triunfo está asociado con la edad (por ejemplo, Webb, 1969);
b) El triunfo es más importante para los participantes en la competición que para los no participantes (Card, 1981; Knoppers, Schuiteman & Love, 1988; Mantel & VanderVelden, 1974; Nicholson, 1979);
c) La importancia del triunfo es mayor en chicos que en chicas (Webb, 1969; McElroy & Kirkendall, 1980; Card, 1981; Dubois, 1986b).
Estos estudios se establecieron sobre un muestreo realizado en Norteamérica. En investigaciones que actualmente se realizan por mis estudiantes en Bedford sugieren que ambas actitudes la de jugar bien y la de realizar un juego limpio son más importantes que alcanzar el triunfo entre los jugadores de tenis y de fútbol en los clubs juveniles de Gran Bretaña. Sin embargo, tres estudios sobre las actitudes relacionadas con las faltas profesionales en los jugadores juveniles de fútbol apoyan el argumento de que las actitudes profesionales se producen con mayor fuerza entre los niños de mayor edad (Bolland, 1981; Waters, 1982; Lee & Williams, 1989). Pero con los niños en edades entre los rangos de nueve a dieciséis años no hemos encontrado una relación fiable entre el respaldo a las faltas y la experiencia, posición del jugador o nivel de actuación (Lee & Williams, 1989). De manera que la edad parece ser una variable crítica, sugiriendo la validez del modelo de desarrollo estructural.
Sin embargo, las relaciones descritas no pueden ser casualmente atribuidas a la participación en los deportes. Mientras que dicha participación puede que influya sobre las actitudes más profesionales o también sobre aquellos niños que tienen dicha actitud para continuar compitiendo en el deporte más allá de la pubertad.
Padres
No se encontró ningún estudio de investigación que específicamente tratara sobre las actitudes de los padres hacia el juego limpio. Se examinó una opinión de los padres sobre la conducta del hockey sobre hielo juvenil en Canadá (Consejo del Hockey en Ontario, 1979). La misma demostró que una gran mayoría consideraba que (a) los propios padres exigían demasiado a sus niños, (b) los padres consideraban que ellos se comportaban indebidamente en los partidos dirigiendo ofensas verbales a los árbitros, a los jugadores y a los entrenadores, y (c) los entrenadores ponían más énfasis sobre el triunfo que en el recreo y en el disfrute. El informe recababa un mayor énfasis por parte de los entrenadores sobre el desarrollo técnico y la deportividad
Entrenadores
La opinión general se basa en que los entrenadores de los deportes juveniles consideran el triunfo como su objetivo fundamental, Esta creencia puede que sea incorrecta, aunque la evidencia es escasa.
Albinson (1973) utilizó la Escala de Webb para examinar las actitudes de entrenadores masculinos voluntarios y encontró que solamente el 27 por 100 clasificaron el triunfo como el más importante. Lee, Capel & Williams (1989), en un estudio de los entrenadores británicos, se encontró que el entrenamiento de los atletas de elite, era el motivo menos importante para dedicarse al entrenamiento en una de cada cinco alternativas. La mayoría de los voluntarios entrenaban debido a que continuaban su relación con el deporte el cual les había proporcionado satisfacción. Sin embargo, estos resultados se obtuvieron de un muestreo voluntario y, por lo tanto, son probablemente alentadores por sí mismos. Más aún, como observó Robertson (1984), las respuestas verbales ofrecidas voluntariamente puede que no representen la verdadera conducta de los entrenadores en una situación práctica. Es interesante hacer notar, con relación a este punto, que los niños pueden darse cuenta de que los entrenadores creen que el triunfo es de la mayor importancia cuando en realidad no lo es (Whitchead, 1988).
La racionalización de la conducta y la manifestación externa de la responsabilidad moral permanece como una posibilidad en Va consecución del éxito en la competición. Goodger & Jackson (1985) encontraron que mientras los entrenadores jóvenes de «soccer» consideraron que existía un apoyo considerable cuando se cometían faltas técnicas con el fin de obtener ventaja. Sólo un tercio opinaba que deberían prohibir el juego sucio y que era responsabilidad de los árbitros aplicar las leyes. Esto indica un grado de regresión moral por parte de aquellos que adoptan dicha posición negando la responsabilidad personal de sus propias acciones.
Los valores
Los estudios sobre los valores en los deportes, aparte de aquellos que utilizan la Escala de Webb (Webb, 1969), han sido muy pocos. Wandzilack (1985) ha argumentado a favor de un modelo de instrucción para el desarrollo de los valores a través de la educación física. Se basa en el trabajo de Rokeach (1973) y Kohlberg (1963). Sin embargo, pocos trabajos de investigación han utilizado el enfoque de Rokeach. Lee (1977), utilizando la Encuesta sobre los Valores (Rokeach, 1973) encontró que los atletas universitarios tomaban en consideración los valores de la competencia (intrapersonal, instrumental) en lugar de los valores morales (interpersonal, instrumental) y puede considerarse que están interesados primordialmente en el éxito competitivo. Sin embargo, no se ha identificado ninguna investigación que haya utilizado este instrumento con niños.
Los valores de los niños en el deporte pueden diferir de aquellos de los adultos. Existe evidencia de que muchos niños ponen un mayor énfasis sobre la diversión, el desarrollo de las técnicas, el pertenecer a un equipo, el estado de la forma, el juego limpio, con preferencia al triunfo (Dubois, 1986a). También hay evidencia de que mientras la participación deportiva influye en el desarrollo de los valores, las chicas tienen menor tendencia a valorar el triunfo que los chicos (Dubois, 1986a; Dubois, 1986b).
Desarrollo moral
Bredemier y colaboradores se han dedicado más a la descripción de la conducta y las actitudes, por ejemplo, al contenido de la conducta, que a la investigación de la estructura del pensamiento moral. Han trabajado a partir de un concepto de estructura-desarrollo enfocándolo particularmente sobre las ideas de Haan (1978). Se plantearon las siguientes preguntas: (a) -es el razonamiento moral de los niños el mismo en el deporte que en otras situaciones de la vida? (b) ¿cuál es la relación entre la participación deportiva y el nivel de razonamiento moral? (e) ¿está el nivel de razonamiento moral relacionado con otras tendencias de conducta? y (d) ¿puede el desarrollo moral promocionarse a través del deporte? (Bredemier & Shields, 1987).
Se ha demostrado que los atletas hacen menos decisiones morales maduras en el deporte que en la vida. La divergencia ocurre alrededor de los doce años de edad, cuando los niños muestran señales de respuestas más egocéntricas en las actividades deportivas (Bredemier & Shields, 1984a). Además, existe alguna evidencia de que los niños que practican deportes de contacto exhiben niveles más bajos de razonamiento moral que aquellos que participan en deportes donde no hay contacto personal (Bredemier & Shields, 1984b). Sin embargo, Horrocks (1979) que demostró que la participación en el deporte fue positivamente relacionada con el razonamiento moral de los dilemas en el deporte, pero no en dilemas relacionadas con la vida. La relación no está bien definida.
Sobre el tema relacionado con otras tendencias de conducta, los niveles más bajos de razonamiento moral están asociados con proporciones más altas de agresión y los niños que actúan a niveles más altos de razonamiento moral se describen a sí mismos como más dogmáticos y menos agresivos que otros (Bredemier & Shields, 1987).
El tema de mayor interés está relacionado con el efecto del deporte sobre el desarrollo moral y la conducta, ya que el mismo considera las presunciones originales que fundamentas las reinvidicaciones hechas por el efecto del deporte sobre el desarrollo personal. Se ha demostrado que los programas de deportes diseñados específicamente pueden producir avances en el razonamiento moral sobre los dilemas del deporte, pero no en los dilemas que se confrontan en la vida diaria (Romance, Weiss, Shields & Shewchuk, Koven, 1986. Este efecto se ha demostrado tanto en el aprendizaje social como en situaciones de desarrollo estructural. Igualmente significativo es la comprobación de que no existía mejora en el rendimiento moral de los niños en los grupos de control. Esto proporciona una evidencia para aquellos que creen que simplemente exponiendo a los niños a la práctica de experiencias deportivas no se produce el desarrollo del carácter durante tanto tiempo reclamado. Lo que es importante es la manera en que esas experiencias están estructuradas por los entrenadores.
Evolución actual
Finalmente, quizá sería interesante mencionar la evolución actual de este tema en Europa. En marzo de 1988 se presentó un trabajo de investigación por Michael Collins, en mi nombre, y en el del Consejo de Deporte inglés al CDDS del Consejo de Europa. El trabajo planteaba la necesidad de estudiar los valores y la transmisión de dichos valores por medio del deporte practicado por los niños. El CDDS organizó un taller de maestros sobre el juego limpio en el verano de 1989 y el Consejo de Deportes de Inglaterra encargó una revisión de la literatura existente. Esta fue presentada al CDDS en noviembre de 1989. El grupo de Trabajo de CDDS está ahora planificando un seminario sobre los valores en el deporte que se celebrará en Reykyavik durante el mes de septiembre de este año. Mientras tanto Gran Bretaña ha tomado la iniciativa y el Consejo de Deportes ha comisionado una revisión de los instrumentos para medir los valores y presentó una proposición de estratégicas para futuras colaboraciones en el campo de la investigación.
Propuesta de investigación
El programa recomendado tiene cuatro fases. La fase 1 es un proyecto coordinado de manera centralizada involucrando a todas las naciones interesadas en desarrollar un instrumento de investigación para medir los valores en el deporte. La fase II utilizará el instrumento Para establecer un banco de datos sobre los valores dominantes en un muestreo nacional de los deportes juveniles. La fase III estará formada por una serie de temas de estudio que tratan de la relación entre los valores de los atletas, entrenadores, padres, modelos participativos y los medios de comunicación. La fase IV estará constituida por las estrategias de intervención para explorar la transferencia de los valores en el deporte.
Esperamos tener el apoyo de las naciones miembros y de sus organismos de financiación. Si el deporte debe satisfacer su papel educacional para los valores de la juventud, debe examinarse el enfoque de los mismos para lograr su óptimo nivel.
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