Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1994. Vol. (60).
José María Arredondo
Decano Facultad de Psicología, Universidad Complutense de Madrid.
Deseo iniciar este acto universitario en memoria de D. Mariano Yela, como respetuosamente le llamaba cuando me dirigía a él, agradeciéndoles a todos ustedes su asistencia a este acto de reconocimiento y homenaje a un maestro de una excepcional valía científica y humana. Quiero agradecer también la presencia de nuestro Rector, profesor Gustavo Villapalos, amigo personal de Mariano Yela, por el que siempre ha manifestado admiración, y con quien ha colaborado desde el Consejo de la Universidad Complutense. Mi agradecimiento se extiende a instituciones y personas que han enviado más de 50 telegramas y cartas, y que por motivos ineludibles no han podido asistir, pero se adhieren a este acto de reconocimiento y afecto.
Creo que, mejor que yo, muchos de sus discípulos y amigos estarían hoy también deseosos de poder mostrar su admiración, agradecimiento y cariño, que sentimos todos por Mariano Yela. Pero hoy tenemos el privilegio de tener con nosotros testigos cualificados de la historia de la psicología española, amigos y compañeros de Mariano Yela, que junto con él y bajo el impulso del maestro José Germain reanudaron, como decía Mariano Yela, "el hilo de nuestra psicología, roto por la guerra civil". Ellos sabrán transmitirnos, mejor que nadie, lo que Mariano Yela ha significado para la psicología de nuestro país.
A mí me queda sólo resaltar de su personalidad excepcional algunos aspectos que me conciernen de forma especial: su labor fundacional y su gestión desinteresada por la presencia de la psicología académica en la Universidad. Porque Yela no sólo ha sido un gran maestro y un investigador, un trabajador infatigable y un amigo, sino que como decía un profesor de esta Facultad, también ha gastado su tiempo y se ha comprometido por institucionalizar la psicología académica y profesional, y sin cuya intervención los caminos de muchos de sus discípulos hubieran discurrido lejos de las sendas universitarias.
Es verdad, para ser fiel a la historia, que la gestión de todo proyecto institucional ilusionado es el resultado de la acción colectiva de muchas personas que pusieron pasión y dedicaron su actividad para hacerlo realidad. Pero cuando las circunstancias eran desoladoras,la fe y el esfuerzo incansable por recuperar la presencia de la psicología científica en el ámbito universitario merece nuestro mayor agradecimiento. Por eso quiero hoy rendir tributo a Mariano Yela, una de las personas que creyó en la reconstrucción del panorama psicológico en nuestro país, y que siempre estaba presente allí donde se forjaba la psicología institucional.
Así, es de justicia recordar, sobre todo para las futuras generaciones de psicólogos, que Yela estaba en 1948 como cofundador del Departamento de Psicología Experimental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Yela estaba en el 1952 como coorganizador de la Sociedad Española de Psicología, de la que fue su presidente, sucediendo a José Germain. Por el mismo año Yela estaba colaborando en la reorganización del Instituto Nacional de Psicología y Psicotecnia.
Yela estaba en el 1953 bajo el rectorado de Pedro Laín Entralgo, con compañeros maestros que hoy nos acompañan, como promotor del primer centro en España de formación de psicólogos, la Escuela de Psicología y Psicotecnia de la Universidad de Madrid, en el viejo edificio de San Bernardo de la que fue director. En ella se formaron las primeras promociones de diplomados en psicología y con ella se inició la presencia de psicólogos universitarios en la vida científica y profesional del país.
En el 1969, bajo el rectorado de José Botella Llusiá, Yela estaba también con Pinillos y otros, organizando la nueva Especialidad en Psicología en la Sección de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, y que pronto, en 1970, lograron transformarla en Sección de Psicología de la titulación de Filosofía y Letras, asumiendo él el papel de Presidente de la Sección. Tiempos difíciles aquellos que le causaron un cúmulo de pesares ante las nuevas reivindicaciones, a veces justas, de un creciente alumnado insatisfecho y apresurado y ante los problemas derivados de la necesidad de reclutar nuevo profesorado.
En 1973 se estructura la Facultad de Filosofía y Letras, y Psicología queda integrada en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, iniciándose en el 1975 el primer plan de estudios que cubre los cinco años de carrera. Y Yela estaba también y optó por "vincular su futuro como profesor e investigador al futuro de la enseñanza universitaria de la Psicología", que se iba asentando progresivamente en este campo de Somosaguas.
En 1976, bajo el rectorado de Angel González Alvarez, y con el consejo del profesor Rábade y la gestión del profesor Amón, la Junta de Gobierno de esta Universidad decidió desdoblar la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación en dos sedes: una en el Campus de la Moncloa con la Sección de Filosofía y Pedagogía, y la otra en el Campus de Somosaguas con la Sección de Psicología. Yela también estaba en este momento con su magisterio, su influencia, su prestigio y su generosidad, pues donó la totalidad de los fondos bibliográfico de su Departamento para que constituyeran el origen de la que actualmente es una de las mejores bibliotecas de Psicología de Europa.
En el 1980, bajo el rectorado de Angel Vián Ortuño, y con el tesón del entonces decano en funciones Jesús Amón, la Sección de Psicología de Somosaguas se transforma en la primera Facultad de Psicología española. En este itinerario institucional, Yela sigue estando con su magisterio admirable, sus trabajos de investigación y su vida de ejemplar dedicación. Organiza el Departamento de Psicología Experimental, del que fue director y tras el Decreto de áreas, fue elegido por unanimidad director del Departamento de Metodología de las CC. del Comportamiento hasta su jubilación en el 1987 en que fué nombrado profesor emérito de la Universidad Complutense. Su vida profesional y científica corre paralela al establecimiento institucional de la Psicología Española.
Dispongo de escaso tiempo para hacer mención de los numerosos premios y distinciones nacionales e internacionales que a lo largo de su productiva vida ha ido recibiendo. Sólo mencionaré que en 1964 fue elegido miembro del Comité Directivo de la Unión Internacional de Psicología; en el 1973, Académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y en el 1986 fué elegido vocal del Patronato de la Fundación Universitaria Española. Finalmente, en el 1989, bajo el rectorado actual, el profesor Gustavo Villapalos le nombró Consejero de la Universidad Complutense, junto a los profesores José Luis Pinillos y Amador Schuller, ex-Rector de esta Universidad.
En su autobiografía, decía D. Mariano: "Confío tener más tiempo. Ir apartándome de tantas tareas organizadoras, directivas y burocráticas que, sin buscarlo, han pesado en mi vida. Y dedicarme con más continuidad y sosiego, a investigar y escribir, que es lo que más me importa y complace".
En estos años de profesor emérito a veces me contaba en el Decanato que estaba recuperando el tiempo, que estudiaba y escribía, pero que a veces se agobiaba ante los muchos compromisos que asumía y a los que no podía negarse.
Y es que Mariano Yela ha sido a todas horas un hombre sencillo, sincero, tenaz, respetuoso con otras ideas y cordial y fiel con los amigos. Su talante humano, su inteligencia y su vasta formación hicieron de él un hombre que despertaba el respeto y la admiración.
No he pensado decir nada del profesor Yela como maestro y como investigador. No he hablado nada de su formación tan sólida y profunda, tan extensa en los temas psicológicos y filosóficos de su visión del hombre, de su esfuerzo por combinar el rigor metodológico con el estudio de los problemas sustantivos en Psicología. No he mencionado sus libros, sus varios cientos de trabajos científicos publicados en revistas españolas y extranjeras, sus más de 70 tesis doctorales dirigidas. No he recordado sus diez años de docencia en la Universidad de Lovaina. Nada de ello he contado, porque confío que otras voces lo harán, y lo harán mejor que yo.
Sólo contestaré que como discípulo que fuí de él, lo admiré cuando le conocí. Como profesor, aprendí de él gran parte de lo que sé. Como Decano me aconsejó y me ha honrado con su amistad. La Facultad de Psicología de la Universidad Complutense está orgullosa de haber contado con su magisterio y con su presencia, y en nombre de la Facultad deseo expresar públicamente mi agradecimiento al profesor Yela por haber creado el entorno que ha hecho posible nuestro trabajo. Gracias, profesor Yela. Cogemos el relevo con orgullo y, aunque el listón está demasiado elevado, intentaremos no defraudarle.