Papeles del Psicólogo, 1997. Vol. (67).

Leandro S. Almeida, Eduardo R. Santos y Joaquim A. Ferreira.

Miembros de la Comisión Organizadora del 1 er. Congreso Luso-Español de Psicología de la Educación.

El 20 y 21 de Marzo se celebró en la Universidad de Coimbra el 1er Congreso Luso-Español de Psicología de la Educación organizado conjuntamente por la Asociación de Psicólogos Portugueses (APPORT) y por el Colegio Oficial de Psicólogos de España .La organización del Congreso corrió a cargo de responsables de ambas organizaciones, pudiendo considerarse como una primera iniciativa que involucra a las asociaciones de psicólogos de dos países vecinos y tan fuertemente interrelacionados.

Además de los encuentros y reuniones de trabajo ya realizadas entre las Juntas directivas de la APPORT y el COP, podemos considerar este Congreso como el primer encuentro en el ámbito del Convenio de cooperación firmado entre el COP y la APPORT que incluye a psicólogos vinculados al mundo laboral

El intercambio entre los psicólogos educativos de los dos países constituyó el objetivo fundamental de este Congreso. Además de la consolidación de las relaciones de colaboración y amistad, así como del intercambio de experiencias y desarrollos más recientes en la investigación y en las aplicaciones prácticas de la Psicología de la Educación en los dos países, este intercambio permitió conocer la situación socio-profesional de los psicólogos educativos y la legislación que regula sus funciones, su estatuto y su carrera profesional. Así, cara al objetivo de divulgar la situación de la Psicología de la Educación en estos países, el Congreso contó con conferencias sobre la Psicología de la Educación en España (Adolfo Fernández Barroso), la enseñanza de la Psicología en Portugal (Joaquim Ferreira Gomes) y la Psicología de la Educación en Portugal (Leandro S. Almeida).

Siendo el area de la Educación, que no es sólo la educación circunscrita a los contextos escolares, aquélla que más psicólogos emplea en los dos países y aquélla donde la intervención psicológica se puede utilizar de una forma más claramente preventiva, de promoción y socialmente justificada ( o el ámbito donde más "pacíficamente" los psicólogos son aceptados por parte de los otros profesionales y con menos confusión de papeles), fue interesante constatar los desarrollos recientes y los nuevos desafios planteados a los psicólogos educativos en los dos países. Varios trabajos ejemplificaron eso desarrollos , por ejemplo la conferencia sobre Educación y Familia, presentada por Florencia Vicente Castro.

Más de cien comunicaciones fueron presentadas, algunas de ellas organizadas en simposiums bastante interesantes porque, en todos ellos, se intercalaron comunicaciones de España y Portugal para conseguir mejor el intercambio pretendido como objetivo de este congreso. Los comportamientos problemas en el aula (Coordinadora Adelina López da Silva), las dificultades de aprendizaje (Coordinador Manuel Filgueira Lois), las necesidades educativas especiales (Coordinador Angel Hernández), o los factores psicológicos del rendimiento escolar (Coordinador Julio Antonio González García) fueron algunos de los simposiums organizados, reflejando que, aparte de un trabajo preventivo cada vez más valorado en la práctica del psicólogo escolar, no puede descuidar algunos de los problemas más frecuentes en la población escolar. En una línea más de promoción del desarrollo psicológico de los alumnos, algunos simposiums tuvieron como tema el desarrollo personal y social de los alumnos (Coordinador Joaquim Armando Ferreira), la formación psicológica de los profesores (Coordinador Nicolau V. Raposo), la orientación escolar y profesional (Coordinador Joaquim Luis Coimbra), y los programas de enseñar a pensar (Coordinador Leandro S. Almeida).

Más ligado al ejercicio profesional de los psicólogos en la escuela, uno de los simposium analizó los papeles y la formación del psicólogo de la educación (Coordinador Eduardo R. Santos). Por último, y porque la Psicología de la Educación no se puede circunscribir a la enseñanza-aprendizaje, o a sus actores más directos, el Congreso también incluyó algunos simposiums con otros temas, preocupaciones y problemáticas más globales. Se incluyen en este grupo los dedicados a la diversidad sociocultural de los alumnos (Coordinador Luis Alvarez), la educación para la salud (Coordinador Francisco del Castillo)y la Escuela-Familia-Comunidad (Coordinador José H. Barros de Oliveira).

Refiriéndonos a las comunicaciones libres y a los pósters , podemos identificar un conjunto de temas analizados y que , por ese hecho, se podrían definir como áreas de trabajo de interés para la investigación en Psicología de la Educación en ambos países, o puntos de interés de sus profesionales. Esas comunicaciones versaron sobre las relaciones y las prácticas educativas en los dos países, la situación de los estudiantes de Enseñanza Superior, las estrategias de aprendizaje, la autoestima y la formación continua de los profesores, los instrumentos de evaluación psicológica, etc.

Por el volúmen de trabajos presentados y por su calidad técnica, los cerca de 300 psicólogos participantes darán por bien empleado su tiempo y esfuerzo realizado.

Este Congreso ejemplificó la diversidad de temas que hoy convoca la Psicología de la Educación como consecuencia de la multiplicidad de problemas en los que hoy día los psicólogos educativos son llamados a intervenir.Decididamente reconocemos que asistimos a un aumento en el número y complejidad de los problemas en la escuela y en la sociedad. Los psicólogos educativos son hoy una de las pilares fundamentales en las prácticas de enseñanza y de educación en nuestras escuelas. El no reconocimiento o la escasa valoración de este grupo profesional acarrea graves perjuicios para las familias, los alumnos y las propias escuelas. Es importante que aumente progresivamente el número de psicólogos incluidos en el Sistema Educativo, así como que se posibiliten las condiciones necesarias para su desarrollol( la situación en Portugal está peor definida). Con este fin es importante que, por parte de las familias, de los profesores, de las escuelas y de los gestores de la educación, se modifiquen algunas representaciones establecidas sobre los psicólogos y sus funciones.Al nivel de los propios psicólogos se requiere una formación técnica más completa y diversificada, así como elevados niveles de responsabilidad ética y científica .Esta responsabilidad pasa por la diversificación y redefinición de sus estrategias y modelos de intervención, superando una cierta tendencia por parte de los profesores al "etiquetaje", de los alumnos que, muchas veces, se reduce en la práctica al establecimiento de bajas expectativas y metas de adaptación, aprendizaje y desarrollo.

Cada vez más, el psicólogo se vuelve útil y necesario en la escuela como consultor de los profesores y órganos de decisión, siendo incluso uno de los elementos que mejor puede analizar e intervenir en el clima de relaciones de comunicación y de organización pedagógica de las escuelas.En la intervención directa con el alumno con problemas y en las situaciones de evaluación, el psicólogo se asume cada vez más como un consultor en el área de la promoción del aprendizaje y del desarrollo psicológico de los alumnos y de los agentes educativos. Un modelo e intervención más clínico en el pasado, en parte heredado del modelo médico de diagnóstico e intervención, va siendo sustituido por otro más educativo y ecológico. El trabajo del psicólogo circunscrito a los problemas de rendimiento o de inadaptación de los alumnos tiene hoy menos sentido. Esta afirmación no significa que tales casos dejen de existir o de pertenecer a la esfera de actuación de los psicólogos, al que le quedan pocas posibilidades de intervención.Es igualmente verdad que la intervención en esos problemas puede pasar a ser hecha a través de la corresponsabilización de los demás agentes educativos. Los psicólogos escolares van reconociendo que su eficacia en la intervención aumenta cuando trabajan con los padres, los profesores y otras personas que influyen en el crecimiento y desarrollo de los niños y jóvenes.

Como en cualquier primer Congreso se espera la realización de un segundo. Algunos temas merecen ser (re) analizados de manera cíclica, en la perspectiva de los psicólogos portugueses. Nos referimos a la relación escuela-familia-comunidad, a las funciones socioeducativas de la escuela más allá de las funciones curriculares, a los equipos multidisciplinarios donde se integra el psicólogo, a la coordinación a nivel regional y nacional de la intervención psicológica, al refuerzo de la legislación internacional y en cada país referente al apoyo psicológico en las escuelas, a los programas de intervención en las diferentes áreas de desarrollo psicológico, etc.

Entretanto esperamos que oportunamente sean publicadas las Actas del Congreso en aras al número y la calidad de los trabajos presentados.

Para terminar, es importante señalar que en la sesión de apertura del Congreso estuvieron presentes las autoridades académicas de Coimbra, así como el Director Regional de Educación y el Director del Centro de Formación Profesional de Coimbra. En la sesión de clausura estuvo presente el consejero de Educación de la Embajada de España en Portugal.