Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1998. Vol. (69).
Miguel Anxo García Álvarez
Servicio de Psiquiatría. Hospital Xeral de Galicia. Santiago de Compostela
El desarrollo profesional de la Psicología Clínica en España ha sido principalmente determinado por el proceso de Reforma Psiquiátrica. El progreso hacia la definición legal del psicólogo clínico como especialista sanitario es consecuencia de las capacidades de la profesión, del contexto de cambio social y sanitario vivido en España, de la coherencia y apoyo de los sectores reformistas de la Psiquiatría Española, de la apertura y confianza de la Administración Sanitaria, y del desarrollo de una política unificadora de la profesión.
The professional development of Clinical Psychology in Spain has been mainly determined by the Psychiatric Reform process. The progress towards the legal definition of the Clinical psychologist as a health specialist is consequence of the professional capacities, the changing social and health context in Spain, the coherence and support of the Spanish Psychiatric reformist sectors, the sensibility and confidence of Health Administration, and the development of a professional global unity politic.
INTRODUCCIÓN
En este mismo número de "Papeles" se incluye un documento del Colegio Oficial de Psicólogos en el que se realiza una meritoria y esforzada aportación a la definición del "perfil" profesional del Psicólogo Clínico que merece la atención de todos quienes desarrollamos nuestro hacer profesional en esta dimensión de la Psicología. Constituirá el mismo sin duda una de las aportaciones que inevitablemente habrán de tenerse en cuenta en ese debate que deberá generarse, especialmente en el ámbito sanitario, a propósito de la prometida nueva regulación legal de las profesiones sanitarias (Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias o equivalente, reforma del Estatuto Marco del Personal al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social).
Ve la luz este documento en un momento de especial trascendencia para la Psicología Clínica española: la previsible promulgación en un tiempo ya próximo del Real Decreto por el que se crea la nueva especialidad sanitaria de Psicología Clínica.
Es una buena ocasión para mirar en perspectiva la evolución de nuestra disciplina y para hacer conscientes los acontecimientos que nos han construído y saber así quiénes somos.
El mismo documento del COP, con mayor o menor acierto, resalta algunos hechos de nuestro pasado remoto y reciente calificándolos como hitos de nuestra historia.
Este artículo pretende hacer una reflexión que como en todo relato de la historia, y más aún si están próximos en el tiempo los hechos y sus protagonistas, es una valoración sobre un acontecimiento determinante del prometedor momento actual que estamos viviendo como disciplina científica y profesión: la Reforma Psiquiátrica, o lo que es lo mismo la transformación de las Instituciones y prácticas sanitarias de atención a la salud mental en nuestro país.
REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA DE UNA POLÍTICA PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA EN ESPAÑA
La historia escrita es como un equivalente a la memoria colectiva. Sólo existió aquello de lo que queda constancia material-documental. Por eso es importante dejar alguna nota escrita en algún lugar en que pueda perdurar. ¿Cómo nos orientaremos en el futuro si olvidamos cómo llegamos a él?.
Relatar la historia, explicarla al ordenarla para ser contada, supone siempre una toma de partido y con ello una distorsión de lo ocurrido.
No puede ser de otro modo porque la historia la hacen las personas con sus acciones y sus juegos de intereses.
Aún así es posible hacer el esfuerzo de separar hechos e interpretaciones.
Con estas limitaciones se ofrece el apunte siguiente.
La historia de la Psicología Profesional en España es la historia de una política de y para el desarrollo de la misma: de unos fines pretendidos y de planes y construcción de instrumentos para conseguirlos, de una conjunción de afanes e intereses. Es una historia como profesión aún corta.
En lo referente a la Psicología Clínica Profesional es la historia de una política al servicio de un objetivo: la definición legal del Psicólogo/a Clínico como facultativo especialista sanitario capacitado para realizar una aportación relevante a la resolución de las necesidades sanitarias de la comunidad. Es también la historia de un entendimiento, tanto interno de la propia Psicología Clínica real (subordinación de lo que diferenciaba a lo que unía) como externo con los sectores reformistas de la Psiquiatría española y de la Administración Sanitaria.
Es, en fin, la historia de una estrategia: capacitación profesional especializada acorde con las necesidades y conocimientos sanitarios, a través de un sistema homologable a otros ya reconocidos (PIR) que abocaría por racionalidad a la definición legal (especialidad sanitaria) de lo producido ya en la realidad (especialistas vía PIR). En ese proceso era fundamental evitar las incitaciones a la confrontación procedentes del propio interior de la Psicología que llevarían a la división y al debilitamiento, o del exterior (sectores conservadores de la Psiquiatría) que conducirían a un conflicto tan desigual como corporativista y con ello deslegitimador del discurso racional en el que se fundamentaba nuestra propuesta y demanda a la Administración y que tenía como núcleo la convicción y la demostración de que la Psicología Clínica posee una inmensa capacidad para aportar alternativas asistenciales útiles en la solución de las problemáticas sanitarias actuales ( García y olabarría,1993).
LA CREACIÓN DE LA ESPECIALIDAD Y LA REFORMA PSIQUIÁTRICA
Es frecuente observar cómo cuando se analiza el desarrollo de los fenómenos humanos se olvida que los mismos no existen fuera de contextos. Quizás sea lógico que al explicitar nuestros acontecimientos "constructores", nuestros hitos históricos, nos miremos tan sólo a nosotros mismos. Es tentador creer que nos construímos sólo sobre "lo nuestro". Pero nada es más falso. Si alguna disciplina científica y profesional ha crecido en relación dialéctica con el cambio social ésa es la Psicología.
La Psicología Clínica ya sea en su dimensión investigadora, docente, o aplicada, existe en España hace muchas décadas. Sin embargo la profesión de psicólogo/a clínico aún está próxima a ver la luz. Y ello porque en nuestro marco sociocultural y normativo una profesión titulada exige una acreditación legal de capacitación y competencia, con la consecuente asunción de responsabilidad en su ejercicio.
La definición de un conjunto de prácticas, técnicas y conocimientos como propios de una profesión suponen una transferencia social tanto de poder como de privilegios a la misma (que pronto se representarán en la conciencia de los profesionales como derechos).
El reverso de todo ello es que tal proceso implica forzosamente una exclusión de todos los demás de ese nuevo dominio profesional acotado legalmente.
Para justificar su existencia la nueva profesión a crear deberá traer consigo nuevos saberes y prácticas para aplicar sobre realidades (territorios de intervención) que otras profesiones "colonizaban" insatisfactoria o incompletamente. El reparto del poder y los privilegios se hace así inevitable y con ello el potencial conflicto corporativo está servido.
Sólo el argumento de la complejidad y de la interdisciplinariedad del saber y del hacer, ya sea expresada como convicción o como argucia deshonesta, permite superar la confrontación.
Pero ese argumento sólo puede ser compartido como convicción por aquellos que ceden voluntariamente territorio.
La profesión de Psicólogo/a Clínico comienza a tomar cuerpo en España cuando en 1985 en el Informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (de la que formaba parte Doña Mercé Pérez Salanova que era Vicedecana del COP) se recomendó la apertura a nuevas profesiones de los equipos de atención psiquiátrica y de la salud mental y la creación de programas de formación postgraduada para los profesionales del área clínica de la Psicología (Ministerio de Sanidad y Consumo,1985).
A partir de entonces y en el proceso de Reforma Psiquiátrica orientado por este Informe se produce la incorporación de psicólogos/as a la sanidad pública en una cantidad y con una ubicación funcional significativa, que comienza a modificar la limitadísima presencia de la Psicología en el ámbito sanitario (García,1993).
A la par se irán creando los distintos programas PIR autonómicos que se homogeinizan bajo las orientaciones contenidas en el "Documento Marco para la Formación Postgraduada en Psicología Clínica a través de un sistema PIR" impulsado en 1989 por el COP y diversas Comunidades Autónomas (Olabarría,1989). Gana así el proyecto PIR en credibilidad y viabilidad en su progreso hacia su incorporación a los programas de Interno-Residente existentes en España para la formación de especialistas sanitarios.
Y así, poco a poco, hasta ahora en que ya tenemos más psicólogos y psicólogas en la sanidad, con un Programa PIR normalizado, con una Comisión Promotora de la Especialidad, y en breve... la especialidad.
Podría haber sido de otra manera: algunos sectores de la propia Psicología pretendieron desarrollar la formación de especialistas a través del tercer ciclo universitario al margen de los sistemas de formación de especialistas facultativos sanitarios y hasta hace bien poco no cedieron en sus pretensiones (si es que cedieron), algún sector de la Psiquiatría intentó nuestra exclusión del sistema sanitario o la limitación al desarrollo de nuestras potencialidades (es dudoso también que hayan abandonado esa pretensión).
Hemos llegado aquí lógicamente por nuestras capacidades, pero éstas no hubieran bastado (y si no mírese la situación del profesional de la Psicología Clínica en algún otro país de similar desarrollo socioeconómico) si no se diera la conjunción de los siguientes factores:
- Una sociedad en proceso de modernización.
- Un sistema sanitario en transformación tanto de sus concepciones y prácticas como de sus recursos asistenciales
- Un proceso de Reforma Psiquiátrica liderado por sectores de la Psiquiatría (agrupados en la Asociación Española de Neuropsiquiatría) continuadores de la mejor tradición de apertura intelectual y talante progresista de aquellos otros médicos que a principios de siglo introdujeron la primera Psicología Clínica en España (Carpintero,1989: Olabarría et al, 1997). Sectores que a su vez han influído decisivamente en la identidad y la formación de los psicólogos clínicos que con ellos participamos en la Reforma.
- La coincidencia en las preocupaciones, objetivos, métodos de trabajo y sensibilidades sociales y sanitarias entre los citados sectores de la Psiquiatría y aquéllos otros de la Psicología Profesional que iniciaron y sostuvieron el impulso para la incorporación y definición legal de la Psicología Clínica en el ámbito sanitario, tanto desde el COP como desde otros espacios políticos y organizativos. No es casual, en este sentido, que la Comisión Nacional Promotora de la Especialidad de Psicología Clínica esté presidida por Doña Begoña Olabarría (Secretaria de la AEN de 1983 a 1986, Secretaria del COP de 1987 a 1993, y con posterioridad Presidenta de la Asociación de Psicólogos de la AEN).
- Apertura y confianza dentro de la Administración en nuestras posibilidades y "toma a cargo" firme de la cuestión del desarrollo del procedimiento legal para crear la especialidad por alguien, dentro de aquélla, con suficiente competencia, convicción, tenacidad y habilidad como para llevar el citado procedimiento a buen término (Doña Emilia Sánchez Chamorro, Subdirectora General de Formación Sanitaria del Ministerio de Sanidad y Consumo).
EN CONCLUSIÓN
El perfil del Psicólogo/a Clínico en España está determinado principalmente por la evolución de la profesión en el sistema sanitario, que en nuestro país es público.
El status legal y funcional de la Psicología Clínica Profesional, de promulgarse el Real Decreto que conocemos, será uno de los mejores alcanzados por la Psicología y constituirá uno de los mayores progresos de nuestra profesión y disciplina en su historia.
Nuestros desarrollos se han dado unidos hasta ahora al progreso social modernizador.Constituyen hitos en nuestro pasado reciente tanto el Informe de la Comisión Ministerial citado como el proceso de Reforma Psiquiátrica.
Ha sido una condición necesaria para llegar hasta aquí la coherencia intelectual y el apoyo constante que a la creación del PIR en su día y hoy de la especialidad, han dado los/as psiquiatras reformistas de nuestro país. Y bueno será no olvidarlo porque queda aún todo un rico y largo camino de construcción interdisciplinar del saber sobre el comportamiento humano que deberemos seguir andando juntos.
BIBLIOGRAFÍA
Carpintero, H. (1989): El psicólogo en España. Notas históricas sobre su desarrollo profesional. Papeles del Psicólogo, 36-37.
García, M. A. (1993): La Psicología Clínica en el proceso de integración de la atención a la salud mental en el sistema sanitario general. Salud 2000, 40, 13-17.
García, M. A. y Olabarría, B. (1993): Desarrollos y necesidades de la Psicología Clínica: aplicaciones en la sanidad pública española. Apuntes de Psicología, 38-39, 37-57.
Ministerio de Sanidad y Consumo (1985). Informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica. Madrid: Servicio de Publicaciones Ministerio de Sanidad y Consumo.
Olabarría, B. et al (1990). Documento Marco Formación Postgraduada en Psicología Clínica a través de un sistema PIR. Papeles del Psicólogo, 43, 65-67
Olabarría, B. et al. (1997). La Psicología Clínica en los servicios públicos. Madrid: Asociación Española de Neuropsiquiatría.