Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1982. Vol. (6).
Diego Caparrós
C.D.S.
El Centro Democrático y Social asume como concepto de salud la filosofía de la Organización Mundial de la Salud, por supuesto adaptada a sus posibilidades y a los recursos existentes en España.
El artículo 43 de la nuestra constitución reconoce el derecho a la salud de todos los españoles, y ello es posible lograrlo en un Estado de Derecho mediante la iniciativa pública y/o la iniciativa privada. España, en la actualidad, tanto por imperativos económico-sociales como por el desarrollo de su sector público, presenta un sistema de asistencias sanitaria público que debe ser prioritariamente tenido en cuenta a la hora de abordar toda planificación sanitaria, sin que ello impida que, juntamente con el sector privado, debidamente estructurado y controlado, sé interaccionen para alcanzar una cobertura sanitaria necesaria, tanto bajo el punto de vista de planificación como de demanda en cualquiera de ambos sentidos. Lo que sí es necesario es que la reordenación del sector público se haga cuanto antes y que e sector privado tenga la supervisión y el control de los órganos oficiales para cubrir sus deficiencias en los campos y territorios donde se instale. Además, es preciso que no solo se cubra la demanda cuantitativa, sino también a cualitativa de los españoles, por lo que ambos sistemas deben persistir, pero perfectamente delimitadas sus coberturas, tanto en si mismas como a los respectivos segmentos de población que se dirijan.
Delimitar pública y privada
Hoy en día, junto con el número de beneficiarios de la Seguridad Social, coexisten 15 millones de españoles que simultanean el sistema público y privado, y ello ha llevado a que el sector público palie las deficiencias del liberalizado y abarate sus costes ostensiblemente, tanto por las prestaciones que este último ofrece, como por la comodidad de los profesionales que trabajan en ambos. Es por ello necesario llegar a separar ambas opciones y debidamente estructurados ambos sistemas, podemos conocer las ventajas de uno u otro para los españoles; ventajas reales de prestaciones según la elección del que consideren mejor. En este sentido el sector libre se vera obligado a cubrir una demanda determinada posiblemente a precios muy diferentes de las actuales.
El sector público sanitario asimismo y para ser competitivo, deberá marcarse unos objetivos ambiciosos, cuya cobertura, si no es posible en principio con sus actuales recursos, puede ser ampliada opcionalmente, de modo de cotización paralela para quienes deseasen asumirla; Ello supondría como una Caja Aseguradora Oficia que complementaria las prestaciones públicas en distinto grado y con una gestión individualizada, aunque convenida con los organismos encargados de gestionar la sanidad pública básica.
El dilema sanidad pública-privada muestra una tendencia dentro de los profesionales en general hacia la opción liberalizadora argumentada en muchas ocasiones con la demagogia del liberalismo de la profesión medica, cuando el factor real es que hasta ahora el sector público no ha permitido establecer para los médicos el binomio esfuerzo-remuneración que el sistema liberalizado es el que propugna y lleva a cabo, aunque sea pagando muy mal a estos profesionales.
Solo cuando ambos sistemas sanitarios alcancen su madurez, funcionen para sus afiliados por separado, y sus costos puedan no interrelacionarse sino compararse con objetividad, podremos establecer cual de ambos es más eficaz, toda vez que los médicos en cualquiera de ambos tengan la capacidad de desarrollar su trabajo con aceptables compensaciones económicas.
Los colegios profesionales
Sin duda alguna en todo proceso sanitario los colegios profesionales han de jugar un importante papel, que en la medicina tienen mayor potenciación por cuanto la aglutinación sindical es escasa y de poca concienciación, lo que conlleva la necesidad de que, incluso en los aspectos laborales de los médicos, los colegios profesionales deban ostentar representatividad. Pero, además de estos criterios laborales, como una conjunción entre sindicatos y colegios, éstos últimos tienen misiones fundamentales en materia de especialidades, educación medica, control del ejercicio, etc., que deben ser potenciadas hacia estas organizaciones. El grave inconveniente que pueden llegar a presentar los colegios profesionales para que sean además organismos de un gran valor técnico para el asesoramiento de la clase política, es que se radicalicen y desvíen sus reales cometidos hacia la politicación de su representatividad; en ese momento se convierten no en organismos técnicos a considerar de modo importante, sino que pueden llegar a constituir fuerzas políticas a las que el Poder Democrático se vea obligado a neutralizar, con el inconveniente que ello tiene, tanto para su participación como para ayudar a construir unos objetivos en los que ellos representarían pieza clave del entendimiento democrático.
Aspecto capital en el "mundo" de las relaciones laborales sanitarias y, concretamente en las hospitalarias, es el desarrollo de una ley Sindical acorde con el sector, que es muy diferente de otros dada la proporción de titulados superiores de distinto grado con relación a los demás trabajadores sanitarios. Creemos en este sentido que hay que buscar una articulación más oportuna, tan específica como acertada, y que tal vez podríamos resumirla en tres colegios electorales, una de ellas para los médicos o facultativos exclusivamente.
También tanto bajo el punto de vista aludido como el de la gestión en general, es preciso profundizar en lo que se han denominado órganos de gobierno de nuestras instituciones, y que en la actualidad tienen una estructuración muy alejada de los esquemas de empresas similares de la C.E.E.
Así pues pretendemos una cobertura de la salud integral y lo más amplia posible, según lo internacionalmente aceptado como tal, dentro de un sistema sanitario mixto, complementado pero individualizando lo público de lo liberalizado, y con una participación técnica y de negociación constructiva de los colegios profesionales en pro de una mejor sanidad al servicio de los españoles en la que el profesional realiza su labor debidamente motivado y como participador positivo del sistema.